Son injustas las críticas que le hacen al presidente Juan Manuel Santos por sus viajes de promoción comercial y atracción de inversión.
Hace bien el gobierno al llamar la atención sobre las oportunidades económicas que ofrece Colombia.
En estos momentos, en los que la economía mundial se encuentra en una gran incertidumbre, nuestro país tiene que aprovechar sus condiciones para incrementar sus niveles de inversión extranjera y abrir nuevos mercados.
En este aspecto, el gobierno Santos tiene claridad absoluta y realiza una magnífica labor de promoción.
En el 2011, recibimos 15 mil millones de dólares de inversión foránea. Si se mantiene la tendencia observada en el primer cuatrimestre, el monto a finales de este año superaría los 17 mil millones de dólares, un récord que confirmaría el interés creciente de los capitales extranjeros por Colombia.
Necesitamos más inversión, pues es la única manera de crear más empleos y mantener un ritmo de crecimiento en medio de las preocupantes señales que vienen de Europa y el extremo Oriente. China ‘solo’ crecerá 8 por ciento en el 2012, lo que ya está incidiendo para que bajen algunos precios de productos básicos. Brasil acaba de revisar su proyección de expansión a la baja de 4,5 a 3,5 por ciento del PIB.
Chile también está preocupado por el impacto que tendría una menor dinámica de expansión en los mercados orientales.
Y mientras en Europa la economía se derrumba a pedazos, nosotros nos creemos ahora inmunes a los efectos de una crisis, cuyas consecuencias son hoy impredecibles. Por ello, hay que aprovechar al máximo nuestro cuarto de hora y buscar todas las opciones internacionales disponibles.
Quienes creen que el presidente debe estar siempre en Colombia, actúan como provincianos.
El mundo está globalizado, lo que significa que lo que ocurre en otras latitudes nos afecta positiva y negativamente. Si el gobierno es exitoso presentando una nueva imagen de nuestro país en el exterior, son muchos los beneficios que ello traerá para los colombianos.
En el capítulo internacional, Santos ha hecho más en menos de dos años que el anterior gobierno en ocho años.
Argumentar que los viajes internacionales son un desperdicio de recursos riñe con la verdad. Colombia tiene que jugar todas sus cartas en el exterior sin timidez y con toda la energía posible. Además, así como el Jefe del Estado no siempre conecta fácil con sus conciudadanos, es un mago para establecer contactos internacionales. Hay, entonces, que aprovechar esa cualidad al máximo.
Tal vez sea porque nuestro país estuvo mucho tiempo aislado del mundo que nos es difícil reconocer la importancia de la dimensión internacional del mundo moderno.
De pronto, porque para muchos viajar es disfrutar o constituye una aventura. Pero lo que resulta ingenuo es creer que en la era de la comunicación, la confluencia tecnológica, la integración de los mercados y la simbiosis cultural, nosotros nos podemos dar el lujo de permanecer al margen del mundo y centrados en nuestros problemas internos.
No faltarán quienes crean que a Santos lo elegimos para solucionar los desafíos nacionales que hoy nos agobian.
Pese a ello, una parte importante de los retos de esta sociedad encuentran sus respuestas más allá de nuestras fronteras así muchos no lo quieran reconocer. Hace bien el gobierno en tener una agenda internacional nutrida y congestionada. Colombia tiene mucho que ganar con ella.
Miguel Gómez Martínez
Profesor del Cesa
migomahu@hotmail.com