Hace 20 años me hubiera parecido impensable escribir en un tono positivo sobre el momento que está atravesando el país. Son diversas las circunstancias que han abonado el terreno para forjar un futuro prometedor para Colombia. Entre estas, resalto la tenacidad y liderazgo de nuestros dirigentes políticos, la determinación y visión de los empresarios y el surgimiento de América Latina. Es hora de reconocer que, gracias a un esfuerzo conjunto, hemos alcanzado lo inimaginable, pero también de revisar la estrategia hacia el futuro para garantizar un crecimiento sostenible para las próximas generaciones.
Colombia se ha caracterizado por contar, en la mayoría de los casos, con líderes tecnócratas que se han preocupado por trabajar en pro del bien común de nuestra sociedad, incluso a costa de sus propias vidas. Héroes de la patria como Rodrigo Lara Bonilla, Luis Carlos Galán y Álvaro Gómez, entre muchos otros, han inspirado a las generaciones siguientes a luchar por un país justo y pacífico.
Nuestros más recientes gobernantes han trabajado incansablemente por posicionar a Colombia entre los países más atractivos para la inversión extranjera directa, logrando un amplio reconocimiento por parte de la comunidad internacional. Basta con seguir la prensa para percibir el auge de inversión de empresas provenientes de países asiáticos, europeos y norteamericanos en nuestro territorio. Firmas del sector de alimentos, retail, energía renovable y servicios financieros ven en el país una excelente oportunidad de inversión gracias a la estabilidad económica y a las medidas tomadas para incentivar la inversión.
Los empresarios colombianos han sido también líderes en el impulso de la industria manufacturera y de servicios, alcanzando estándares internacionales en sus procesos y avanzando de forma acertada en la penetración de nuevos mercados. Gracias a esa visión, hoy contamos con un importante número de compañías colombianas entre el prestigioso grupo de multilatinas. La mayoría de inversiones agregadas van dirigidas a México, Chile, Estados Unidos y demás países vecinos, con crecimientos compuestos anuales de 2 y 3 dígitos como resultado de las recientes adquisiciones en el exterior por parte del Grupo Sura, el Grupo Éxito y el Grupo Gilinski.
El difícil momento financiero que han atravesado los países desarrollados ha posicionado a América Latina como un destino atractivo de inversión. Según la Cepal, Colombia se encuentra en el cuarto puesto en la región como el país con mayor crecimiento en los flujos de inversión extranjera directa. Perú lidera este ranking con un crecimiento del 49 por ciento, seguido por Chile, Argentina y Colombia, con 32, 27 y 18 por ciento, respectivamente.
Lograr el reconocimiento actual del cual somos objeto por parte de la comunidad internacional, nos debe llenar de orgullo e incitar a continuar trabajando por la sostenibilidad del progreso.
No son pocos los obstáculos que debemos sortear, como lo sostenía el presidente Santos en su intervención en la presentación del Informe Nacional de Competitividad: la paz, la educación, la infraestructura, la innovación, la justicia y la lucha contra la corrupción deben ser temas en los cuales hay que centrar los esfuerzos para asegurar el crecimiento sostenido de nuestra economía, traducido al bienestar de los colombianos. Debemos evitar repetir la dolorosa experiencia de países como Brasil, Argentina y España que han experimentado altos crecimientos sostenidos para luego caer en la desaceleración, al no capitalizar la oportunidad única de avanzar hacia la prosperidad sostenible.
Adriana Mejía Z.
Directora de Prospecta