La recuperación de la extensa línea férrea en Colombia es una prioridad para abrir un nuevo espacio al desarrollo de un medio transporte moderno y eficiente por toda la geografía nacional para el transporte de carga y personas hacia el interior del país y los puertos marítimos. El alto nivel de congestión de las vías, la demora en el desplazamiento, los mayores riesgos de accidentalidad y el mayor nivel de contaminación de los vehículos justifican volver la mirada al ferrocarril.
La línea férrea en Colombia tiene una larga historia y jugó un papel trascendental en el desarrollo económico del país. Sin embargo, a lo largo de los años, la infraestructura ferroviaria fue dejándose deteriorar por falta de inversión y fue cediendo importancia frente a otros medios de transporte. Los intereses particulares y la corrupción se fueron imponiendo frente a la eficiencia del tren.
Un principio para que se desarrollen nuevos proyectos ferroviarios es recuperar la línea férrea, porque ello permitiría que esté despejada y facilite el cambio de las traviesas e instalación de rieles adecuados para trenes modernos. Recorrer las líneas férreas actualmente es un homenaje a la desidia y al abandono de este medio de transporte.
Unos pocos ejemplos de esto, es la línea de Bogotá a Neiva, está invadida y haciendo parte de solares de fincas y viviendas. En el caso de la línea a Soacha prefirieron cedérsela al ineficiente Transmilenio que modernizarla y hacer un tren de cercanías.
Ojalá la rehabilitación de las líneas férreas de Facatativá y de Zipaquirá para el Tren de Cercanías a Bogotá sea una pronta realidad porque abre la puerta nuevamente a un sistema de transporte más eficiente, más rápido y menos contaminante que va a contribuir a mejorar la conectividad y reducir la congestión en la ciudad y hacia los municipios vecinos.
Bien podría el Ejército, con el Batallón de Ingenieros, establecer un programa de recuperación de las líneas férreas del país, empezando por la limpieza y solucionando con apoyo legal las invasiones actuales tanto de particulares como de los municipios.
Así, los nuevos proyectos de trenes tienen despejado el camino para llevarlos a cabo sin problemas de compra de terrenos y consultas ciudadanas. Este medio de transporte es fundamental que vuelva operar.
Uno de los principales obstáculos para la recuperación de la línea férrea y la construcción del Metro en Bogotá han sido intereses particulares que han premiado a otros medios de transporte más ineficientes, más contaminantes y que crean caos vehicular.
Recuperar la línea férrea es una oportunidad para fomentar el desarrollo sostenible, reducir costos y tiempos de desplazamiento y favorecer la integración regional, esto es posible con decisión política, inversión y alianzas público-privadas. El país posee una riqueza paisajística inigualable que podría ser explotada turísticamente de manera más eficiente a través del transporte ferroviario. ¡Es posible!
JESÚS ANTONIO VARGAS OROZCO
Consultor empresarial
jesusvargas.orozco@gmail.com