Es verdad sabida y buena fe guardada que la plataforma política del candidato presidencial Germán Vargas Lleras es la más sobresaliente de la actual campaña. Incluso se podría afirmar que es la única que abarca 25 áreas de interés nacional con diagnósticos certeros, propuestas concretas de política pública y juiciosas evaluaciones de impacto elaboradas bajo su dirección en un centenar de reuniones auspiciadas por la Fundación Carlos Lleras Restrepo desde mediados del 2017.
Este trabajo colectivo de mil páginas es un sólido programa de gobierno en economía, impuestos, empleo, infraestructura, agricultura, industria, turismo, minas y energía, transporte, seguridad, justicia, familia, vivienda, salud, educación, descentralización, relaciones exteriores, cultura y deporte, entre otros asuntos prioritarios.
Vargas Lleras presentó su propuesta de política agropecuaria la semana pasada en Neiva. En su criterio, la agricultura colombiana se caracteriza por baja productividad, inseguridad jurídica; ausencia de encadenamientos productivos y deficiencias en infraestructura física, créditos, seguros de cosecha, comercialización interna y externa, acopio y logística, transporte multimodal y políticas estatales que favorecen la importación de 14 millones de toneladas de alimentos. En 1990, Colombia cultivaba 5 millones de hectáreas. Según el Censo Agropecuario del 2015, el país sembró 7,1 millones de hectáreas; solo crecimos 2 millones de hectáreas en 25 años.
El candidato aseguró que su programa de gobierno pretende revertir esta tendencia, para lo cual propone implementar una política agropecuaria integral asentada en siete pilares: el primero busca priorizar la agricultura y la ruralidad como políticas de Estado al 2030. El segundo pilar le otorga el carácter de interés nacional a la protección de la propiedad privada y la legítima tenencia de la tierra con fines productivos. El tercer pilar establece un régimen tributario especial para la agricultura, que fomente la inversión productiva, el crecimiento, el empleo y la productividad del campo. Los biocombustibles tendrán exenciones tributarias vinculadas con el uso de las materias primas nacionales, cuyas mezclas tendrán una senda de crecimiento acorde con las áreas sembradas y la demanda nacional de energía ambientalmente sostenible. El cuarto pilar fortalece la formalización de la agricultura con un régimen laboral flexible. El quinto, vigoriza la modernización y la rentabilidad del campo con asistencia técnica, crédito y seguro de cosechas. El sexto pilar le otorga especial atención a la provisión de bienes públicos para cerrar la brecha entre el campo y la ciudad. El séptimo, le concede a la mujer un papel predominante como motor de crecimiento de la familia en el campo.
El programa de gobierno de Vargas Lleras en agricultura pretende ampliar la frontera agrícola para que la ruralidad colombiana sea más productiva, más rentable, más empresarial, más equitativa, más segura y más acoplada con los mercados domésticos e internacionales. Al término de su exposición, Vargas Lleras expresó, sin ambages, que “no permitirá que los recursos del campo sean manejados por las Farc”. ¡Mejor imposible!
