La elección del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, trajo consigo cambios estructurales en el manejo económico de esta potencia de talla continental. Los dos primeros fueron la fusión de los tres ministerios de Hacienda, Planeación, Industria y Comercio Exterior y la designación del economista ultraliberal, Paulo Guedes, como superministro de estas carteras. El nuevo enfoque refleja la idea central de la campaña presidencial de Bolsonaro según la cual ‘entre menos Estado, mejor’.
El superministro Guedes, férreo defensor de la privatización de las empresas estatales, recibió carta blanca del mandatario brasilero hasta el punto que le delegó la prerrogativa de nombrar a los presidentes del Banco do Brasil, del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, BNDES y de la poderosa empresa petrolera nacional, Petrobras.
Desde el primer día del gobierno, a comienzos del año, el superministro Guedes seleccionó un experimentado grupo de Chicago Boys brasileños, economistas como él, que se graduaron en la Universidad de Chicago, en Estados Unidos. Templo del pensamiento económico liberal de antaño fundado por el célebre economista Milton Friedman en los años setenta. Desde entonces, la escuela de Chicago busca aplicar el mantra de menos Estado y más iniciativa privada. Así pues, no sorprende que en Brasil el equipo económico de Guedes, en promedio mayor de 60 años, sea apodado Chicago Oldies, expresión usada incluso por el superministro el día de su posesión.
La cartera comandada por Guedes posee seis secretarías especializadas, cada una con un secretario que actúa como ministro para manejar los asuntos relacionados con hacienda, desburocratización, gestión y gobierno digital, desestatización y desinversión, previsión y trabajo, ingresos fiscales, comercio exterior y asuntos internacionales, productividad y empleo y competitividad.
Gustavo Franco, expresidente del Banco Central, afirma que desde la era de la superministra, Zélia Cardoso en el gobierno de Fernando Collor de Mello de los años noventa, no existe antecedente alguno en materia de ministerios económicos unificados, cuya gestión, por su tamaño y enorme responsabilidad, se erige como un reto de grandes proporciones para el desempeño de la política pública. Salvo el tema agrícola, el superministro Guedes está encargado de toda la política económica brasilera, con lo cual se ponen a prueba sus capacidades de gestión y de coordinación interinstitucional y empresarial. El superministro Guedes, de 69 años, tiene poca experiencia en materia política; solo fue asesor del candidato a la presidencia de Brasil, Guillermo Afif Domingos, en 1989. Sin embargo, Guedes tiene el desafío de liderar el cambio del modelo económico de Brasil vigente desde la época de Getulio Vargas en los años treinta, consistente en un intervencionismo estatal, que solo creció con los años, incluso durante los 20 años de la dictadura militar, entre 1964 y 1984, fenómeno que se expandió bajo la presidencia de Lula Da Silva y Dilma Rousseff del Partido de los Trabajadores, entre 2003 y 2017. Amanecerá y veremos!