Donald Trump será un demagogo, xenófobo y racista, pero quienes gritan “¡Viva México!” y ondean banderas mexicanas en las manifestaciones en su contra, le están haciendo un gran favor.
Durante las últimas dos semanas ha habido un creciente número de incidentes en San Diego, Anaheim, Albuquerque y otras ciudades estadounidenses en las cuales algunos manifestantes han sacado a relucir banderas mexicanas.
Obviamente, los seguidores de Trump y ciertos medios de prensa conservadores están usando estas imágenes como supuesta evidencia para apoyar sus prejuicios de que la mayoría de los mexicanoamericanos no quieren a este país, o que, incluso, son antiestadounidenses.
“Los manifestantes en Nuevo México eran delincuentes que estaban agitando la bandera mexicana”, dijo Trump en Twitter después de las protestas del 24 de mayo en Albuquerque. “El mitin a puertas adentro fue grande y hermoso, pero afuera habían criminales”.
Horas más tarde, el portal conservador dailycaller.com decía en un titular: “una chusma que agitaba banderas mexicanas ataca a la policía y a los caballos frente a un mitin de Trump”. Otros medios conservadores dijeron –erróneamente– que los manifestantes habían quemado una bandera estadounidense (en rigor, habían quemado una bandera de la campaña de Trump que tenía franjas rojas y blancas).
Muchos líderes latinos tratan de restarle importancia al fenómeno de las banderas mexicanas en las manifestaciones contra Trump. Lo ven como reacciones desesperadas de parte de latinos que están hartos de ser insultados, a diario, por Trump.
Es difícil no perder los cabales cuando Trump ha llamado a la mayoría de los inmigrantes mexicanos “violadores” y “criminales”, y entusiasma a sus audiencias mintiéndoles que hay una avalancha de “ilegales” mexicanos (en realidad, cifras del Censo de Estados Unidos muestran que el número de inmigrantes indocumentados de México ha disminuido significativamente desde el 2008).
Si Trump siembra odio, cosechará respuestas desesperadas y, a menudo, irracionales, dicen muchos. Una variación de esta explicación es que las personas que agitan banderas mexicanas quieren mostrar que están orgullosas de su origen o sus ancestros mexicanos, más que su fidelidad hacia México como país.
“El modo en que algunas personas muestran estar orgullosas de su herencia es ondeando las banderas de sus países de origen”, me dijo Fernand Amandi, encuestador de la comunidad hispana para Univisión. “Si Trump atacara a los italoamericanos o a los irlandesesamericanos de la misma manera, esos grupos también agitarían banderas italianas o irlandesas”.
Finalmente, un tercer argumento por parte de los que restan importancia a la aparición de banderas mexicanas en las protestas contra Trump es que son hechos aislados, generalmente protagonizados por adolescentes. Y en la mayoría de los casos, se trata de uno o dos chiquillos entre cientos o miles de manifestantes, afirman.
Mi opinión: estas explicaciones pueden ser ciertas, pero mostrar banderas mexicanas en las protestas en contra de Trump es una tontería, y algo muy contraproducente. No hace más que reforzar el argumento de Trump de que Estados Unidos es, supuestamente, víctima de una invasión de “ilegales”, algo que repite a diario, a pesar de que se le ha dicho mil veces que no es cierto.
Los líderes latinos, las cadenas de televisión en español y las estaciones de radio hispanas deberían hacer una campaña pidiéndole a su público que lleven banderas estadounidenses a las protestas contra Trump, en gran medida como lo hicieron los conductores de radio en California, en los años 1990, durante el mandato del entonces gobernador Pete Wilson, que también proponía medidas contra los inmigrantes indocumentados. O, si lo desean, podrían llevar banderas mexicanas y estadounidenses atadas juntas.
Los manifestantes mexicanoamericanos en las protestas contra Trump deberían mandar el mensaje de que son tan estadounidenses como Trump, si no más: ellos pagan impuestos –algo que no sabemos si Trump hace, pues hasta ahora él no ha mostrado sus últimas declaraciones de impuestos– y un número significativo de presta servicios en las fuerzas armadas de Estados Unidos, algo que Trump nunca ha hecho.
Si algunos manifestantes siguen agitando banderas mexicanas en los próximos meses, sus compañeros en las protestas deberían pedirles que las bajen, a menos que quieran que un racista se convierta en el próximo presidente de Estados Unidos.
Andrés Oppenheimer
Periodista - Columnista de The Miami Herald y El Nuevo Herald
ANÁLISIS
Banderas mexicanas ayudan a Trump
Los manifestantes mexicanoamericanos en las protestas contra Trump deberían mandar el mensaje de que son tan estadounidenses como Trump, si no más.
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Andrés Oppenheimer
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