MARTES, 16 DE ABRIL DE 2024

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Beethoven Herrera Valencia

Soros, arrepentido

Beethoven Herrera Valencia
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Beethoven Herrera Valencia

La agresiva concentración del ingreso está socavando el supuesto básico de la competencia sobre el cual se fundan las economías de mercado. Y es llamativo que un especulador financiero como George Soros considere que la creencia fundamentalista en la capacidad del mercado para autorregularse, amenaza con hacer inviables las sociedades democráticas.

Tras hacer una fortuna en los mercados financieros, ahora cree que: “la desatada intensificación del capitalismo del laissez-faire y la diseminación de los valores del mercado en todas las áreas de la vida está poniendo en peligro nuestra sociedad abierta y democrática. El principal enemigo de la sociedad abierta, creo, ya no es más el comunismo, sino la amenaza capitalista”.

Y se aparta de la creencia de que los mercados libres llevan al equilibrio y garantizan la asignación eficiente de los recursos, pues “ello no se aplica al mundo real. Tal como se formuló originalmente, la teoría de la competencia perfecta –del equilibrio natural de la oferta y la demanda– asumía un conocimiento perfecto, productos homogéneos y fácilmente divisibles, y un gran y suficiente número de participantes en el mercado, de modo tal que ningún participante en particular pudiera influenciar el precio del mercado”.

Además, se aparta de la creencia en la ‘supervivencia del más apto en economía’, entendida como darwinismo social, pues si la riqueza es traspasada por herencia, la generación que la recibe suele no ser tan apta como la primera. Y concluye que la cooperación debe ser parte del sistema, igual que la competencia.

Si Popper mostró que fascismo y comunismo tenían en común el uso del poder del Estado para reprimir la libertad del individuo, Soros sostiene que una sociedad abierta también puede ser amenazada desde la dirección opuesta –desde el individualismo excesivo–, ya que demasiada competencia y poca cooperación pueden causar inequidades e inestabilidad intolerables. Frente a la tesis clásica de que el bien común está mejor servido mediante la búsqueda del interés propio, advierte que “a menos que este sea atemperado por el reconocimiento de un interés común, que debería tener precedencia sobre los intereses particulares, nuestro sistema (...) es posible que se quiebre”.

Soros advierte que las políticas liberales pueden poner en peligro la sociedad abierta, y sostiene que como el comunismo y el socialismo están desacreditados, no son una amenaza real. En cambio, el peligro está en el seno mismo de la economía capitalista, pues el neoliberalismo ha abandonado el problema de la distribución del ingreso y la riqueza.

Su conclusión es que si la riqueza se acumula y no hubiera mecanismos de redistribución, las inequidades se tornarían intolerables. Como dijera Francis Bacon: “el dinero es como el estiércol, no es bueno sino a menos que se distribuya”.

Beethoven Herrera Valencia
Profesor U. Nacional y Externado
beethovenhv@gmail.com

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