La concentración del ingreso atenta contra la sostenibilidad del sistema, pues los miles de millones de personas cuyo ingreso se ve reducido, serán excluidos de la posibilidad de demandar bienes y servicios, condición necesaria del funcionamiento del sistema. Pero la agresiva concentración de la riqueza, su persistencia y agravamiento, son cada vez más evidentes.
La conclusión central de un estudio de Oxfam (www.oxfam.org/sites/www.oxfam.org/files/file_attachments/bp210-economy-one-percent-tax-havens-180116-es_0.pdf) es que “la desigualdad extrema en el mundo está alcanzando cotas insoportables.
Actualmente, el 1 por ciento más rico de la población mundial posee más riqueza que el 99 por ciento restante de las personas del planeta”, y al mismo tiempo, “la riqueza en manos de la mitad más pobre de la humanidad se ha reducido en un billón de dólares a lo largo de los últimos cinco años”.
Para que esa situación se haya producido y se mantenga es fundamental la existencia de paraísos fiscales, en los cuales esa minoría privilegiada oculta 7,6 billones de dólares, cifra equivalente al PIB de Reino Unido y Alemania juntos.
“La pregunta que es: ¿cómo se asegurará
el consumo de los bienes y servicios producidos, en un escenario de
creciente concentración del ingreso?”.
Y casi un tercio de la fortuna de los africanos (500.000 millones de dólares), se encuentra en paraísos fiscales, significando una pérdida de 14.000 millones de dólares anuales por concepto de ingresos fiscales.
La concentración se viene agravando, pues si 388 individuos poseían la misma riqueza que 3.600 millones de personas en el 2010, en el 2015 ello pertenece a solo 62 personas, con un incremento de 45 por ciento, o algo más de medio billón de dólares. En el mismo periodo, la riqueza en manos de la mitad más pobre de la población se redujo en más de un billón de dólares, una caída del 38 por ciento.
Los países con mayor desigualdad tienen también mayores diferencias entre hombres y mujeres en acceso a servicios sanitarios, educación, participación en el mercado laboral y representación en las instituciones. De modo que la brecha salarial entre hombres y mujeres es mayor en sociedades más desiguales, y de las 62 personas más ricas del mundo, 53 son hombres.
Entre sectores, la participación de los trabajadores en la renta nacional se ha ido reduciendo, en tanto que los ingresos de los dueños del capital crece constantemente a través del pago de intereses, dividendos o reservas, a un ritmo más rápido que el crecimiento de la economía. Y es el ramo financiero el que más rápido ha crecido en las últimas décadas, y concentra uno de cada cinco millonarios en el mundo, y en este sector la diferencia entre las retribuciones y el valor real que se aporta a la economía es mayor que en ningún otro.
La pregunta que cabe es: ¿cómo se asegurará el consumo de los bienes y servicios producidos, en un escenario de creciente concentración del ingreso?
Beethoven Herrera Valencia
Economista
sercalder@gmail.com