Un hecho destacado del final de año fue la exposición del mas famoso grafitero del mundo, Bansky, en Bogotá. El grafiti ha sido históricamente una expresión provocadora que reta lo aceptado socialmente y busca reinterpretar las convenciones establecidas a través de lecturas alternativas que develan otros contenidos de los símbolos. En apoyo a esa inspiración contracultural, Bansky ha afirmado 'Amo el grafiti' y 'Para mí, grafiti es sinónimo de maravilla'.
La vocación rebelde de los antiguos writers, que eran artistas autodidactas, ha cambiado y los artistas callejeros actuales son jóvenes estudiados, proceden de academias o escuelas de arte, y sus obras muestran técnica pictórica extraordinaria. Lo que Banksy busca es revivir el espíritu del grafiti tradicional y reconocer la influencia de la cultura del grafiti y del hip hop, con una actitud agresiva y anti-intelectual infuida por el movimiento punk.
Los curadores de la exposición destacan los vínculos de Bansky con expresiones artísticas del establecimiento como Warhol y el impresionismo francés, y sostienen que absorbió el patrimonio cultural y artístico del mundo, en combinación con humor y sarcasmo inglés, y reinterpretación de expresiones de marketing. Bansky expresa su resistencia a la autoridad diciendo: “Como la mayoría de la gente, tengo la fantasía de que todos los pequeños perdedores se van a poder juntar. Que todos van a conseguir buenas herramientas y que lo underground va a salir a la superficie y va a romper en pedazos la ciudad”.
Sus personajes recurrentes son monos, ratas, polícías, niños y miembros de la familia real, y utiliza la técnica del esténcil adoptada para actuar rápidamente y evitar que lo atrapara la Policía; y ha creado un lenguaje simple, reconocible y reproducible ilimitadamente. Como ha expresado Shepard Fairey: “Sus obras están llenas de imágenes ingeniosas, y a su vez simples y accesibles: A un niño sin la menor idea del conflicto cultural, al ver a la Mona Lisa armada con un lanzacohetes no se le escapa que hay algo que no cuadra”.
Bansky dibujó como bienvenida a migrantes que naufragaron en un tapete con restos de chalecos salvavidas que nunca tuvieron capacidad para flotar, pues eran falsificaciones baratas vendidas por contrabandistas y en realidad no flotaban.
Uno de los temas más comunes del arte de Banksy es el anticonsumismo y sostiene que los valores de la vida real son reemplazados por publicidad de productos innecesarios. Muchos eventos y celebraciones son inventados por especialistas en marketing solamente para resolver específicos problemas económicos.
El autor considera que el sistema capitalista nos impulsa a llenar el vacío interior adquiriendo más y más cosas: conducir un nuevo modelo de carro, vivir en una casa más grande, seguir la moda y cambiar nuestra ropa constantemente.
En un dibujo de Bansky aparecen dos niños jugando con una señal que prohíbe jugar a la pelota, como una expresión de desobediencia pues utilizan para su juego la señal que lo prohíbe.
¡Rebeldía en imágenes impactantes!
BEETHOVEN HERRERA VALENCIA
Profesor de las Universidades Nacional, Magdalena y Prime Business School