Una oleada de huelgas, campañas de sindicalización, movilizaciones y otras acciones colectivas de trabajadores se está presentando en Estados Unidos y en el Reino Unido.
En Estados Unidos hay 115 mil ferrocarrileros en huelga, lo mismo que 50 mil académicos de la Universidad de California, miles de enfermeras, auxiliares de vuelo, empleados de almacenes, cafeterías, supermercados y periodistas en todo el país.
El movimiento laboral se había estancado como resultado de las políticas neoliberales implementadas por Ronald Reagan en los años 80, pero este año se han registrado 630 acciones laborales según datos de la Escuela de Relaciones Laborales de la Universidad de Cornell. Entre tanto las solicitudes de elecciones para establecer nuevos sindicatos se incrementaron 53 por ciento en el año fiscal de 2022 respecto de 2021. Este nivel de actividad sindical y acciones colectivas de organizaciones laborales está llegando a un punto no visto desde los años 40.
Sólo 10,3 por ciento de la población laboral de Estados Unidos está sindicalizada (en el sector privado, apenas 6,1 por ciento) mientras en los años 40 y 50 un tercio de los trabajadores tenían contrato colectivo. La actual huelga universitaria, la más grande en la historia, involucra a 48 mil trabajadores académicos -incluidos estudiantes de posgrado, entre otros- en los nueve campus de la Universidad de California.
Los sindicatos han ganado más elecciones (para establecer un sindicato) en 2022, que en cualquier año desde 2000 y han estallado más de 288 huelgas con la participación de tres veces más trabajadores que en todo 2021. Al mismo tiempo el nivel de aprobación de los sindicatos ha llegado a 71 por ciento, su punto más alto desde 1965. Han surgido nuevos sindicatos en Starbucks y en un año se han creado sindicatos en 250 tiendas, aunque la empresa aún se rehúsa a negociar contratos colectivo.
Aunque el gobierno ha revertido la agresión oficial contra sindicatos y derechos laborales y nombró un secretario del Trabajo prosindical, intervino para frenar una posible huelga nacional de más de 100 mil trabajadores de ferrocarriles, pues provocaría grave daño a la economía.
En Inglaterra la Oficina Nacional de Estadística ha estimado en mas de un millón los días de trabajo perdidos hasta diciembre por protestas en sectores como enfermería, operación ferroviaria y maestros. Las protestas enfrentan los efectos de una inflación de alrededor del 11,1%, la más alta en los últimos 40 años y la respuesta gubernamental ha sido negativa. Las demandas de los empleados privados han sido resueltos, a diferencia de las demandas de los empleados públicos y el gobierno ha promovido leyes que impiden la protesta.
En su campaña Biden prometió ser ‘el presidente más prosindical en la historia’, su campaña presidencial comenzó en un sindicato en Pittsburgh, y ha dicho que “Wall Street no construyó a este país, la clase media construyó este país, y los sindicatos construyeron la clase media”.
¡Hay sin duda una resurrección del movimiento laboral!.
Beethoven Herrera Valencia
Profesor de las Universidades Nacional, Magdalena y Prime Bussines School.