Irán e Israel, potencias nucleares enfrentadas desde religiones diferentes en el Oriente Medio, coincidieron en prohibir las obras de Yuval Noah Harari como rechazo a su propuesta de ética laica.
Al prohibir los libros De animales a dioses, Homo Deus, XXI lecciones para el siglo XXI y Sapiens (que ha vendido 13 millones de ejemplares), el Ministerio de Cultura de Irán señaló que estos promueven la teoría de la evolución y falsifican la historia, difunden la cultura occidental y tienen una inspiración sionista.
En defensa de la ciencia Harari ha escrito en XXI lecciones para el siglo XXI que “El triunfo de la ciencia ha sido tan rotundo que nuestra idea misma de la religión ha cambiado”. Y a la pregunta: “¿qué tiene que ver la religión con la agricultura y la medicina?”, responde que “un sacerdote es alguien que sabe cómo justificar por qué la danza de la lluvia no funcionó y por qué debemos de seguir creyendo en nuestro dios, aunque parezca sordo a nuestras plegarias” (pag. 151).
Al criticar la incidencia de la religión en la política, Harari afirma que “Es cierto que en Israel e Irán los rabinos y ayatolás tienen voz y voto directo en la política económica...pero en la mayoría de los países las religiones tradicionales desempeñan un papel secundario en relación con las teorías científicas modernas” ( pág 153).
Ha causado mucho enfado su afirmación de que “Algunos judíos han argumentado que el famoso mandamiento ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’, se refiere solo a los judíos” (pág. 212). Y agrega que “Muchas religiones elogian el valor de la humildad pero después se imaginan ser el centro del universo. Mezclan llamados a la mansedumbre personal con una descarada arrogancia colectiva”. (Pág. 219).
Ha causado gran enfado su afirmación en el sentido de que: “entre todas la formas de humildad quizá la mas importante es ser humilde ante Dios. Cuando hablan de Dios con gran frecuencia los humanos profesan una modestia supina pero después usan el nombre de Dios para tratar despóticamene a los hermanos”(pág. 219).
Por todo eso Harari propone una ética limpia: “la moral no significa seguir los mandatos divinos. Significa reducir el sufrimiento…y para actuar moralmente no se necesita creer en ningún mito o relato”. (pág. 224) y “el compromiso secular mas importante es con la verdad que se basa en la observación de las evidencias y no en la simple fé” (pág. 228).
La ruptura de Harari con el Estado de Israel ocurrió por su negativa a asistir a un homenaje que le ofrecía el consulado de Israel en Los Angeles, como protesta contra el gobierno de Netanyahu porque, a su juicio, limita los derechos. Y adhirió a las criticas contra la ley que remarca el carácter judío del Estado de Israel, por considerarla una afrenta a las minorías no judías (árabe o drusa), que representan más del 20% de habitantes.
En resumen Harari declaró estar “orgulloso de ser israelí”, pero rechazó el homenaje del gobierno israelí, pues considera que “está restringiendo la libertad de prensa, expresión, creatividad y pensamiento”.
Beethoven Herrera Valencia
Profesor, universidades Nacional y Externado