Numerosos medios internacionales han destacado el manejo de la pandemia en Uruguay y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha resaltado las estrategias adoptadas en ese país y The Economist considera que el éxito radica en la respuesta rápida de las autoridades. Entre el 13 de marzo y 6 de agosto de 2020 se registraron 1.318 casos de coronavirus, se han recuperado 1.079 y han fallecido 37. Resulta notable que un país de 176.215 kilómetros cuadrados con 3.323.906 de habitantes, se destaque en educación virtual y salud pública.
Cuando se declaró la pandemia habían pasado solo 12 días de la asunción del nuevo presidente, Luis Alberto Lacalle Pou, elegido por una coalición tras quince años de gobierno del Frente Amplio de izquierda, y por supuesto que en tan poco tiempo no podría esperarse que fuera por obra de ese nuevo gobierno la estrategia exitosa ante la pandemia. La respuesta a este reto se fundamentó en un sistema de salud sólido, que empezó a gestarse en 2005, durante la primera presidencia de Tabaré Vásquez, médico de profesión y ese Sistema Nacional Integrado de Salud articula las capacidades de prestadores públicos y privados, y garantiza el acceso todos los residentes a una prestación integral de calidad.
El representante de la OPS, Wilson Benia, estima que dicho éxito se basa en el desarrollo del primer nivel de atención, el sistema de vigilancia epidemiológica, con liderazgo de la autoridad sanitaria y disponibilidad de las historias clínicas electrónicas en la red de internet.
La emergencia ha tenido efectos devastadores en todos los sectores, especialmente en la educación, pues pasar intempestivamente de clases presenciales a virtuales no era fácil, salvo que se contara previamente con bases sólidas y estrategias pertinentes para que los estudiantes tuvieran acceso a equipos y conectividad. Desde 2007 el presidente Tabaré Vásquez del Frente Amplio lanzó el Plan Ceibal como una apuesta por la inclusión e igualdad de oportunidades: cada niño, niña y adolescente que ingresa al sistema educativo público del país, accede a una computadora personal y conexión a internet gratuita.
Con este Plan, Uruguay se convirtió en el primer país que desarrolló el programa One Laptop Per Child (Un portátil por niño) ideado por el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Dicho plan se mantiene como política de Estado y adquiere personería jurídica en 2010, cuando se crea el Centro Ceibal para el Apoyo a la Educación de la Niñez y la Adolescencia, el cual en una década de funcionamiento ha desarrollado numerosas plataformas educativas, entre las que se destaca CREA, con materiales para diversas asignaturas. Dicha plataforma registró un promedio de 270.000 visitas diarias durante los primeros meses de la pandemia y el 6 de julio, se inició el retorno a clases presenciales.
Los avances en la digitalización son también notables en temas de gobierno, por lo que Uruguay es parte del grupo Digital 9 (D), que reúne a los países líderes en Gobierno Digital a nivel mundial junto con Corea del Sur, Estonia, Israel, Nueva Zelanda, Reino Unido, Canadá, México y Portugal.