La recuperación de la economía que pregona el presidente Mariano Rajoy, coincide con las protestas de enfermos mentales y afectados por hepatitis que han quedado desprovistos de medicamentos y otros que protestan contra los dobles desahucios de deudores hipotecarios, quienes tras perder su vivienda y la de sus codeudores (usualmente los padres), continúan con la deuda.
El presidente del Psoe, José Luis Zapatero, implementó dos reformas laborales reduciendo de 45 a 22 días la indemnización por despido injustificado. La reforma de Rajoy del 2012, rebajó la indemnización por despido improcedente y eliminó la autorización previa para destituciones colectivas, de modo que estos despidos han alcanzado topes históricos entre el 2012 y el 2013. Estas medidas se justificaron con la idea de generar más empleo, al hacerlo menos costoso, pero, hoy, hay 538.900 ocupados menos que en el cuarto trimestre del 2011 y 557.000 cotizantes menos a la seguridad social que a finales del 2011 (Gómez Valeriano y Sevilla Jordi-El País 13/03/15).
Ha habido un fuerte aumento de ocupados en tiempo parcial y un millón menos de empleados a tiempo completo, lo cual permite concluir que la reforma ha generado un reparto del empleo existente más que crear puestos nuevos y solo el 6 por ciento de las plazas creadas es atribuible a la reforma, según encuesta empresarial de Barómetro de El País. La tasa de temporalidad es 24 por ciento, se ha incrementado la rotación de empleos de menor duración y se ha aumentado en 4 por ciento el promedio horas/trabajador.
La reforma de Rajoy suspendió la vigencia del convenio colectivo mientras se negocia el nuevo, de modo que si en el 2011 los convenios colectivos cobijaban a 10,5 millones de trabajadores, en el 2013 solo cubrían a 8,3 millones (Gómez y Sevilla, ibíd.).
Los movimientos de protesta destacan que el Gobierno traslada la crisis a los trabajadores reduciendo los salarios al punto que, por primera vez, los salarios nominales han caído. Los ocho millones de adultos en paro y la masa enorme de jóvenes desempleados exigen revisar dicha política y el Psoe ha advertido que de ganar las elecciones, derogará la reforma laboral vigente.
Como los tribunales han derogado elementos de la reforma de Rajoy, se ha creado un clima de incertidumbre inconveniente para la inversión. Además de eliminar el pago extra para dos millones de empleados públicos, y se creó un IVA cultural del 8 al 22 por cinto al teatro, libros, cine, música y conciertos.
Mientras la competencia internacional se orienta a la tecnología del conocimiento, ciencia e investigación, España parece orientarse a un país de bajo costo, que tiene ‘precios europeos y salarios chinos’, según la expresión de un manifestante.
La rabia que esta situación produce se muestra ahora en películas sobre migrantes españoles a Europa para trabajar en condiciones humillantes.
Beethoven Herrera Valencia
Profesor, U. Naccional y Externado
beethovenhv@yahoo.com