Me duele ver sufrir a nuestro ídolo y con él a la gran mayoría de los amantes del buen fútbol a nivel mundial, que sentimos la frustración ante la gran posibilidad de no admirar a Falcao jugando el mundial que se merecía gozar por su magnífico trabajo.
Hacía muchos años que nuestro pueblo no se solidarizaba con una persona de manera tan profunda y honesta, por eso decidí escribir estas letras de apoyo, esperando que logremos vencer nuestro egoísmo y mezquindad. Decirle de manera sincera a este hombre que nos ha dado grandes satisfacciones no solo en lo deportivo, sino también en lo económico y social, que estamos con él si juega y, mucho más, si no lo hace, porque con su ejemplo de vida ha logrado darle a nuestro país esperanza y sed de lucha, incentivándonos a seguir trabajando duro y en equipo para lograr nuestras metas.
Presionar a un deportista para que ponga en riesgo de manera permanente su futuro no es justo, ni la forma de demostrarle nuestro cariño y respeto. Una lesión de esa magnitud no se puede subestimar por los intereses económicos de unos pocos. Después de un trauma como este, no hay jugador que llegue recuperado al 100 por ciento en tan poco tiempo, y no podemos dar ventaja a los oponentes que, muy seguramente, estarán en óptimas condiciones y a los que no les importará golpear permanentemente a nuestra fiera para evitar sus goles. Falcao ya nos cumplió poniendo una buena cuota para nuestra clasificación; hoy lo necesitamos para que siga siendo el gran motivador de nuestra selección y afición.
La clasificación lograda ha sido un gran motor de esperanza para seguir creyendo en la paz venidera, gracias a esta nuestra economía crecerá por lo menos un punto del PIB porque se disparará la demanda agregada, debido al aumento del consumo, lo que ayudará a mantener controlado el desempleo. Por estas y mil razones más no podemos poner en riesgo a uno de nuestros iconos, solo por una especulación que nos saldrá costosa.
Hoy tenemos, gracias al trabajo del presidente Santos, que se dio la pela contra viento y marea por la Selección al contratar un gran técnico extranjero, a la hinchada permanente y solidaria, que sumada a lo más importante, el grupo maravilloso de jugadores que entendieron que nuestra fuerza está en el todo y no en las individualidades, la gran posibilidad de obtener muy buenos resultados en el próximo mundial. Los invito a no repetir historias como las del brasileño Ronaldo y su rodilla, que lo llevaron a su retiro doloroso y prematuro.
En la política como en el deporte sí que se ve El olvido que seremos, para que anticiparlo. Falcao hoy es nuestra mayor fortaleza, no nos equivoquemos entrando a la cancha con 10 y medio jugadores, alineemos 12 con nuestra fiera suelta motivando y a la zaga, esperando las mejores condiciones para poder reaparecer.
P.D.: ‘dime de qué te jactas y te diré de qué adoleces: oír al expresidente Uribe diciendo que la visita del presidente Santos a Falcao es un acto oportunista nos demuestra la falta de solidaridad y mezquindad de su actuar guerrerista. El deporte y los deportistas para él no eran importantes, de ahí los pobres resultados deportivos en sus 8 años de mandato, muy distintos a los del actual Gobierno.
Camilo Sánchez O.
Senador
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