Es sorprendente encontrar muchos colombianos que tienen derecho a recibir el subsidio para comprar vivienda de interés prioritario o vivienda de interés social y no lo solicitan porque desconocen los programas que ha diseñado el Ministerio de Vivienda.
El Gobierno del presidente Santos ha hecho un gran esfuerzo al poner en marcha una política de vivienda capaz de responder a las necesidades de los hogares colombianos de bajos recursos, política que, al mismo tiempo, está impulsando la economía nacional.
Para esto, creó un abanico de soluciones a las que en el 2015 se unió Mi Casa Ya, que hoy constituye el eje de la política habitacional del país. El programa está dirigido a hogares con ingresos de hasta 4 salarios mínimos, casi 3 millones de pesos, a quienes se beneficia con un subsidio familiar de vivienda de hasta 30 salarios mínimos (22’131.510 pesos) y una cobertura a la tasa de interés de hasta 5 puntos porcentuales, que se traduce en una reducción del 24 por ciento del valor de la cuota. Además, los bancos cuentan con un sistema en línea para el proceso del subsidio, por tanto no hay trámites o formularios engorrosos para los hogares ni los constructores. En cualquier ciudad o municipio del país aplica este subsidio, que puede llegar a ser el 43 por ciento del valor total de la vivienda.
Así, si hoy una familia quiere comprar una casa de, por ejemplo, 65 millones de pesos ¿qué debe hacer? Para empezar, buscar una vivienda nueva y urbana de dicho valor, ya sea en construcción o terminada, luego debe acercarse a un banco o al Fondo Nacional del Ahorro, donde solicitará un crédito por 42 millones de pesos y verificará si cumple con las condiciones para acceder al subsidio. Por último, comprará la vivienda, por la que pagará cuotas de 298 mil pesos, mucho menos de lo que seguramente paga por un arriendo. ¡Ojo! El solicitante no debe ser propietario de vivienda ni haber recibido ningún subsidio de vivienda, y debe ser sujeto de crédito.
A la fecha, más de 92 mil hogares están habilitados para acceder a los beneficios, y más de 20 mil tienen sus subsidios asignados. Hoy, los beneficiarios se encuentran en 26 departamentos y cerca de 200 municipios, lo que demuestra que el programa está llegando a las regiones. La buena noticia es que tenemos disponibles 70.000 cupos para que más familias materialicen su sueño de lograr un techo propio, y mediante esta política generar empleo y consolidar la paz.
Si bien los tiempos del ciclo constructivo se han ampliado, dada la coyuntura macroeconómica reciente, el sector le sigue apostando a la vivienda VIS, es decir, soluciones habitacionales cuyo valor llega hasta 99 millones de pesos, y esto es gracias a los estímulos y garantías que otorga el Gobierno Nacional a través de Mi Casa Ya. Según datos de Camacol, entre enero y septiembre del 2017 se lanzaron al mercado 37.654 unidades de vivienda VIS, un aumento del 8,5 por ciento, con respecto a lo observado un año atrás. En este mismo periodo, las ventas de este segmento alcanzaron las 43.989 unidades, con un incremento del 22,1 por ciento anual. Es necesario seguir construyendo sobre lo construido, esperamos que este programa se consolide como política habitacional de Estado.
P.D.: no se dejen engañar, nadie puede cobrar un solo peso para permitir el acceso a los programas de vivienda del Gobierno Nacional.