Ya no hay duda de que el cambio climático es una realidad que llegó para quedarse y que requerimos pasar de programas coyunturales a permanentes para lograr convivir de la mejor forma con esta realidad que incrementa la frecuencia e intensidad de diferentes fenómenos climáticos.
Las tradicionales cabañuelas con sus días continuos de altas temperaturas y heladas en las madrugadas, ratificaron una vez más la llegada del Fenómeno de El Niño que trae consigo la amenaza del desabastecimiento de agua, incendios forestales, disminución de los niveles de los embalses para la generación de energía eléctrica, entre otras situaciones preocupantes.
Andesco, gremio que agrupa empresas de servicios públicos y comunicaciones, comprometido con las mejores prácticas ambientales y consciente de la responsabilidad que implica la actividad de este sector para Colombia, terminando el 2018, en reunión con el Ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, planteó la necesidad de una campaña conjunta para promover el ahorro de energía y una reingeniería del manejo de los recursos hídricos, incentivando el cuidado de nuestras cuencas y fortaleciendo las políticas de reforestación y lucha contra la deforestación, temas clave para adaptar al país y a la infraestructura del sector de los servicios públicos a esta nueva realidad.
Somos un país de coyunturas, de momentos, de tendencias, cada gobierno insiste en empezar de cero con nuevos programas, modelos y equipos de trabajo, creyendo que con esto no se pierde gobernabilidad e independencia. Esto es un error, deberíamos construir sobre lo construido para disminuir los costos y avanzar rápidamente en la lucha contra el cambio climático y sus impactos.
El uso eficiente de agua y energía, debe ser un imperativo. De hecho, no son necesarios más decretos y leyes porque ya contamos con instrumentos legales y regulatorios suficientes, pero lo que sí se requiere es voluntad política y ciudadana para implementarlos, premiando el ahorro y castigando fuertemente el despilfarro y la contaminación; la eficiencia energética debe consolidarse como parte de la estrategia empresarial y ciudadana, contemplando una estructura de costos más racional que facilite la competitividad del aparato productivo nacional.
El agua y la energía son necesarias para subsistir; los bosques y páramos son esenciales para que esa agua se convierta en salud, bienestar y desarrollo para todos y no en un factor de incertidumbre y tensión. No nos equivoquemos, si no cuidamos los bosques no tendremos agua, aumentarán los conflictos por la escasez del preciado recurso y se encarecerán los servicios públicos por las leyes de oferta y demanda.
Posdata: Andesco y sus afiliados, abanderados de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y conscientes de la necesidad de implementar mejores prácticas ambientales, hacen un llamado al ahorro de agua y energía, no como un tema de tendencia o apariencia, sino por convencimiento y por la necesidad que se refleje en bienestar y menores costos. No es que la hora de un racionamiento de recursos haya llegado, por el contrario, lo que no puede pasar es más tiempo sin que entendamos que debemos usarlos de manera adecuada por filosofía y compromiso de vida.