MARTES, 28 DE NOVIEMBRE DE 2023

Noticias económicas de Colombia y el mundo

Carlos

Nuestra Política de Tratamiento de Datos Personales ha cambiado. Conócela haciendo clic aquí.

close
Carlos Enrique Cavelier
Columnista

La Sabana: ni mucho que queme …

Lo que es cierto es que la urbanización de la Sabana en las últimas dos décadas ha sido más que brutal.

Carlos Enrique Cavelier
Coordinador de sueños de Alquería
POR:
Carlos Enrique Cavelier

La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, citó el jueves pasado a una multitudinaria asamblea sobre la Sabana de Bogotá como lugar de conservación ambiental de interés nacional. Asistimos campesinos, empresarios, ambientalistas, miembros del gobiernos nacional y local, gremios, asociaciones de interés. Se instalaron mesas para discutir el futuro de la Sabana en una gran diversidad de temas como minería, ordenamiento del territorio en la urbanización y la conservación, el agua, los ríos, humedales y páramos, hasta adaptación del cambio climático.

Lo que es cierto es que la urbanización de la Sabana en las últimas dos décadas ha sido más que brutal con municipios que han más que doblado su población. Y en ese proceso se ha caracterizado por el desorden de alcaldes y concejales muchas veces negociando tierra en los Pots con urbanizadores como algunos de ellos, poco éticos y definitivamente sólo interesados en su pecunio.

Siempre habrá dos versiones de este proceso: el mercado que claramente es deficitario en tierra y en vivienda para la vibrante economía de Bogotá y por otro lado los habitantes raizales de la Sabana que han visto transformar su entorno sin precedentes en un proceso de gentrificación sin servicios públicos o movilidad adecuadas, que no conocían; estos últimos acompañados de interesados en la preservación de la Sabana que conocimos de antaño, sin caer en el romanticismo.

Hasta el momento es la candela la que ha quemado más al santo en la figura de la urbanización desordenada de la Sabana, que la poca candela que no ha alumbrado el proceso en el largo plazo. Dentro de este uno de los temas críticos que debe entrar a jugar primordialmente es el de los límites: valles todavía vírgenes al proceso urbanístico como son los de Subachoque, Tabio, Tenjo, Guasca, Nemocón y algo el de Zipaquirá, Cogua y Sopó deben mantenerse como tales. Ahí juega la Perimetral del Occidente de la Sabana que como vía puede ser necesaria, pero que con la legislación existente no haría más que abrir la puerta para pavimentar en edificaciones los Valles de Tabio y Tenjo por la inercia existente de la oferta de tierra; de ahí que muchas personas y organizaciones como la Asociación para la Defensa de la Sabana nos hayamos opuesto radicalmente a su realización.

Igualmente controvertido en este momento puede aparecer el borrador del decreto de la Ministra de Agricultura declarando zonas de altas calidad agrológica como uso agrícola y forestal. Ya se sobre montaron a él artículos de prensa y demandas que buscan seguir ampliando la huella urbana de los 11 municipios en cuestión (y dentro del que debería entrar los otros mencionados arriba). En contraposición, algunos actores políticos se declararon no solamente a favor de la medida sino dispuestos si fueran electos a sus alcaldías a cambiar los Pots para por el contrario disminuir la huella urbana de sus territorios, véase Cajicá, Tabio o Tenjo. Dicho decreto y la asamblea de las Ministras en el peor caso generan hechos políticos que tratan de nivelar la mesa para buscar un equilibrio acordado entre el desarrollo y la conservación. Es crítico que el gremio urbanizador se siente para entender legítimamente las necesidades y visión de los raizales y conservacionistas y de los municipios para buscar un acuerdo en la gran diversidad de temas. Aquí ojalá la Región Metropolitana y por ejemplo ProBogotá-Región den garantías a esa mesa para dicho equilibrio.

Carlos Enrique Cavelier
Carloscavelier@gmail.com

Destacados

Más Portales

cerrar pauta

Nuestros columnistas

día a día
Lunes
martes
Miércoles
jueves
viernes