En el frente tributario nos ocurre algo que no es normal, ni sano, ni deseable: cada gobierno presenta 2 reformas tributarias. En el caso de Iván Duque se rompieron todos los registros y presentó 4 proyectos de reforma tributaria.
De estas iniciativas y de su forma de actuar en el frente tributario va quedando un legado frente a la cultura tributaria del país. En esencia se trata de un mensaje sobre lo malo que es pagar impuestos en un país como Colombia, particularmente si usted tiene recursos económicos. Miremos tres ejemplos de este funesto legado:
Para comenzar están los tres días sin IVA. De forma implícita el gobierno le dice a los contribuyentes que es tan malo pagar este impuesto que por ello nos da tres días de descanso de esa perversa y horrenda obligación que es pagar los tributos. Es claro que los ciudadanos que pueden hacerlo, dejan de comparar productos durante un periodo de tiempo para concentrar su gasto en los tres días sin IVA.
La segunda tiene que ver con la reiteración, no iniciada por esta administración, de conceder a los evasores de impuestos una periódica y renovada amnistía tributaria. Como la Corte Constitucional dijo que no se podían hacer, ahora las llaman ‘normalización’. El mensaje a los grandes contribuyentes es: lleven sus recursos fuera del país durante tres años y no le cuenten a la Dian. Si los cogemos les damos un perdón reiterado en el marco de las ‘normalizaciones tributarias’.
La tercera tiene que ver con las operaciones opacas. A este gobierno no le parece que haya el más mínimo problema en que el director de la Dian este en un escándalo como los ‘Pandora Papers’. Como señaló el propio presidente Duque: el problema no es usar esos mecanismos, sino no declararlos. Si no los han hecho deberán pagar multas, pero poquitas, porque para ello se incluyó en la última reforma tributaria una nueva normalización.
No pagar el IVA durante tres días, acogerse de forma reiterada a amnistías tributarias y estar en el mayor escándalo mundial de evasión de impuestos, son la nueva normalidad de este gobierno que parece decirnos: pagar impuestos es de tontos, con todos los mecanismos que hemos incluido en la ley para que pueda evadir, es realmente inconcebible que la gente siga tributando. Además, en esta nueva normalidad de la opacidad tributaria, que no le de ni vergüenza hacerlo, pues para ello cuenta con el apoyo del mismo gobierno.
Es claro que, en agosto del año entrante, el nuevo gobierno deberá presentar una nueva reforma tributaria. Espero que allí se empiece a revertir todas estas funestas normas y acciones que han caracterizado este mandato que parece enfocado en darle motivos e instrumentos a los colombianos de altos ingresos para no pagar impuestos.
CÉSAR CABALLERO
Director de Cifras y Conceptos