Creo en la necesidad de controlar la inflación. Uno de los logros de la institucionalidad colombiana en los temas macroeconómicos ha sido el mantener la inflación dentro del rango meta del Banco de la República.
Por ello, a pesar de las implicaciones negativas que tendrá en hogares y empresas con créditos activos, apoyo los aumentos en la tasa de interés por parte del Banco de la República. Es absolutamente necesario iniciar un proceso de enfriamiento de nuestra economía y evitar que la inflación tome mayor fuerza.
Por ello, me preocupa lo que va a ocurrir en este mes de marzo. El Gobierno Nacional ha tomado tres decisiones que le inyectarán a nuestra economía un volumen importante de recursos que se traducirán en mayor gasto de los hogares y serán un impulso adicional a las tendencias inflacionarias. Estas tres medidas no tienen que ver con el sano manejo de la economía, ni con una visión responsable sobre lo que ocurrirá con el país más allá del 7 de agosto del presente año. Todo lo contrario, son el reflejo de una actitud populista mezclada con inclinaciones clientelistas y las angustias electorales del primer mandatario.
El propósito de contener la inflación se enfrentará a un escenario adverso propiciado por el propio gobierno. Primero por ubicar el primer día sin IVA justo antes de las elecciones. Como hemos dicho en esta columna, esa es ya una medida populista e irresponsable que en nada contribuye a la sanidad de las finanzas públicas ni a la cultura tributaria que el país debe construir. Pero ubicarlo justo antes del 13 de marzo es una señal clara del carácter populista que hoy nos gobierna.
Luego está el haber suspendido la ley de garantías, para que el clientelismo pueda apropiarse de grandes cantidades de recursos públicos para las elecciones. Al menos la mitad serán gastados la primera quincena de marzo. El CNE ha establecido un límite de formal gasto por listas y candidatos. En cálculos que se han realizado en otras elecciones es posible estimar que los candidatos viables al congreso superan en tres veces el gasto permitido, la mayoría con recursos públicos y de otras fuentes ilegales.
Finalmente, esta la doble medida de aumentar el monto que recibe cada familia por ingreso solidario y además vincular un millón nuevo de hogares. Todo esto, precisamente antes del 13 de marzo. Esta medida, que en principio podría ser benéfica no parece contemplar la viabilidad de las finanzas públicas con este nuevo gasto, ni es el resultado de una evaluación de impacto sobre los costos, beneficios y efectos de la medida. Pero más allá, le da un nuevo impulso de gasto a la economía colombiana que este marzo no tendría.
Es fácil prever que estas tres medidas de populismo y clientelismo tendrán un impacto negativo en los esfuerzos por controlar la inflación.
CÉSAR CABALLERO
Gerente Cifras & Conceptos.