Martha, (nombre ficticio de una persona real) tiene 26 años, terminó su carrera universitaria hace dos y hoy es vendedora ambulante. Ha pasado hojas de vida y se ha presentado a concursos públicos y las pocas ofertas que le han realizado son por un ingreso inferior al salario mínimo legal. Se levanta todos los días a las 4 am y con lo que logra vender contribuye a las golpeadas finanzas de su hogar donde vive con sus padres y un hermano.
Durante los últimos meses ha visto de forma cotidiana las noticias de la ‘recuperación económica’, del aumento en ventas en casi todos los sectores. Escucha, ve y lee las cifras del rebote económico de la forma como el Presidente y sus Ministros hablan de la plena marcha de recuperación. Las caras sonrientes de dirigentes gremiales y algunos empresarios hablando de las buenas noticias en el frente económico del país.
También ha notado que con cierta frecuencia se dice que sí hay empleos pero no hay gente capacitada para ocuparlos.
¿Qué creen que piensa Martha al hacer su balance sobre esta situación?
Una enorme rabia y frustración. El mensaje que le están dando con total ausencia de empatía es que hay una Colombia formal, moderna en plena recuperación de la cual ella no hace parte. Qué no hay razones para quejarse, que las fuertes cifras de recuperación son extraordinarias y Colombia, como nunca antes, es un país de progreso y dinamismo.
Martha hace parte de los 6,3 millones de sub empleados que sumados a los 2,9 millones de desempleados conforman un grupo de 9,2 millones de personas que han visto caer su ingreso disponible. No entiende porqué los beneficios del ‘rebote’ no le llega ni siquiera un poquito. Siente que luego de haber estudiado por más de 16 años no sirve para ninguna de las ocupaciones que hoy ofrece el mercado laboral y eso la frustra aún más.
Ambas situaciones muestran dos países reales y distintos que conviven uno al lado del otro: el formal y el informal. Veo un problema de empatía cuando los dirigentes públicos celebran los éxitos económicos sin reconocer que no están siendo irrigados de forma equilibrada a toda la sociedad.
En medio de las protestas sociales, los gremios económicos, empresarios de algunas regiones y el ministro, José Manuel Restrepo decidieron impulsar un nuevo proyecto de reforma tributaria. En su trámite reiteraron su convicción de buscar tranquilidad social para garantizar la estabilidad económica. Mi mensaje de hoy es que aún no tenemos la tranquilidad social que nos permita construir una recuperación económica sólida y duradera. No esperemos a nuevas olas de protesta para tomar acciones en ese frente.
César Caballero
Gerente Cifras & Conceptos S.A.