Una de las novedades del Plan Nacional de Desarrollo es su propuesta de generar un crecimiento verde. Es decir, no ver los temas ambientales como un obstáculo al crecimiento económico, sino como fuente de nuevas potencialidades. Comparto esta visión y algunas evidencias que muestran su posibilidad.
Hace unas semanas, Cifras y Conceptos, en asocio con la revista Catorce6 y la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes, presentó los resultados de la segunda Gran Encuesta Nacional Ambiental, en la cual 2.580 hogares entrevistados, representando a 13,5 millones de personas de las principales 12 ciudades de Colombia, respondieron temas sobre conocimiento y actitudes frente a los asuntos ambientales, y compartieron sus percepciones sobre la situación ambiental y la gestión de las autoridades en la materia.
Para comenzar, el 33% de nuestros encuestados dijeron haber comprado un producto amigable con el medioambiente durante el último mes. Ciudades como Bucaramanga (57,2%), Bogotá (38,1%) y Armenia (35,5%) se destacan en estas prácticas. Los principales productos ‘verdes’ con mayor demanda en estas urbes son los de aseo y limpieza (con características biodegradables) y los alimentos con el sello de orgánicos.
Los encuestados también afirmaron que en el último año han comprado bombillos ahorradores de energía en 73%, filtros ahorradores de agua en 30% y neveras nuevas en 11%. La razón principal para hacer estas adquisiciones son buscar ahorros en los servicios públicos en 40%. Esto permite ver la efectividad de una acción pública para fomentar nuevos mercados: permitir ahorros substanciales en las tarifas de los servicios públicos.
El uso de la bicicleta como medio alternativo de transporte fue uno de los datos con mayor impacto, el 18% de las personas en Bogotá manifestaron usarla para transportarse ‘siempre o frecuentemente’, en Cartagena el indicador sube a 21% y en Cali es el 18% del universo representado. Personas usando bicicletas de forma cotidiana, demandan no solo los aparatos, sino también los servicios de mantenimiento a ellos asociados. Es claro que las políticas públicas de construcción de ciclovías contribuyen a una práctica que ya genera la necesidad de crear espacios de parqueo para las ciclas en centros comerciales.
Además del consumo de productos ambientales, los instrumentos para ahorrar energía o agua y la bicicleta como medio de transporte alternativo, también hay indicios de un potencial mercado de turismo ambiental. El 31% de los encuestados visitó ríos o lagunas en el último año, y 27% estuvo algún parque o reserva nacional. En este sector se generan otras demandas asociadas en términos de hotelerías, restaurantes, guías turísticos, transporte, lo cual es altamente positivo para la economía de las regiones.
Es decir, en la Colombia de hoy existen prácticas sociales que si bien aún no son mayoritarias, sí son significativas y permiten visualizar mercados verdes reales y potenciales. Se podría afirmar que cerca de cuatro millones de personas en las principales doce grandes ciudades del país son sensibles a este tipo de productos o servicios. Ojalá la discusión del Plan de Desarrollo enriquezca y proponga más estímulos para este tipo de prácticas que ayudan a consolidar y generar los nuevos mercados verdes.
César Caballero Reinoso
Director de Cifras y Conceptos
ccaballero@cifrasyconceptos.com