En esta legislatura se debatirán en el Congreso los acuerdos comerciales con Corea, Panamá, Israel y el Protocolo Comercial de la Alianza del Pacífico. Estos se sumarán a los 14 acuerdos vigentes y volverán a abrir debates sobre la conveniencia o no de estos acuerdos, pero, sobre todo, alimentarán el debate sobre la política de desarrollo productivo, el tipo de instrumentos de política y las instituciones para diseñar las políticas y ejecutarlas. La última propuesta, de la Andi, fue la de crear un Ministerio de Industria a la cabeza de la política industrial.
En su entrevista del 28 de julio en Portafolio, Santiago Rojas, el ministro saliente de Comercio, destacó el momento favorable por el que atraviesa la economía colombiana y, en particular, la evolución reciente del comercio, la industria y el turismo. El Ministro destacó el crecimiento de este en dos márgenes: uno intensivo, que mide cuánto exportan las empresas que ya son exportadoras de los productos que ya se venían vendiendo al exterior, y otro extensivo, que mide la entrada de nuevas compañías y nuevos productos al mercado exportador.
En el primer margen, las exportaciones totales en los últimos 4 años pasaron de 40 a 60 mil millones de dólares. En el segundo, y en particular para el caso de EE. UU., el número de nuevos productos exportados supera los 350 y el número de nuevos exportadores es de 1.600 empresas. Ambos márgenes se han reflejado en un aumento de 19 por ciento en exportaciones no minero-energéticas.
Si bien la dirección del cambio es positiva, aún quedan retos importantes para lograr una mayor sofisticación y diversificación de nuestro aparato productivo y la canasta exportadora, que contribuyan a lograr tasas de crecimiento superiores al 5 por ciento, crecimiento del empleo, de los ingresos y caídas sostenidas en la pobreza y la desigualdad. El Ministro hizo énfasis en la complementariedad de la agenda comercial y el desarrollo productivo, y resaltó ejemplos de política industrial moderna como iNNpulsa y el Programa de Transformación Productiva. De hecho, en un ejercicio reciente, el Consejo Privado de Competitividad encontró decenas de programas e iniciativas encaminadas al desarrollo del sector productivo.
Sin embargo, muchos han reaccionado con escepticismo al anuncio de que ya tenemos una política industrial moderna. ¿Cuáles deben ser las características de esta política? ¿El sistema actual las cumple? Lo primero es que el objetivo de la política debe ser identificar y resolver cuellos de botella y distorsiones que impiden lograr diversificación y sofisticación. Muchos de estos retos son locales y a nivel de empresa. Requieren acción a nivel local e interlocución con instancias nacionales. Además, debe haber sistemas de evaluación de logros, experimentación y eliminación de lo que no funcione dentro de un marco claro de rendición de cuentas.
El Sistema Nacional de Competitividad e Innovación, con sus instancias nacionales y regionales, públicas y privadas, tiene el potencial de cumplir con todos estos objetivos de articulación. El fortalecimiento de las Comisiones Regionales de Competitividad, de Bancoldex y sus programas afiliados, del rol de coordinación y apoyo técnico del DNP dentro el sistema y la definición y consolidación de políticas desde el Ministerio, con seguimiento a nivel presidencial, son tareas pendientes para el próximo cuatrienio y que deben entrar en el PND 2014-2018.
Daniel Gómez G.
Investigador de Fedesarrollo
dgomez@fedesarrollo.org.co