Era una especie de secreto a voces que Ecopetrol estaba en la búsqueda de oportunidades de compra, con el fin de aprovechar sus excedentes de caja y aumentar el volumen de reservas de hidrocarburos bajo su control.
Por tal razón, de tiempo en tiempo se escuchaban rumores respecto a que la compañía de mayoría estatal podía estar a la caza de empresas de menor tamaño, con operaciones por estas latitudes.
Pocos se imaginaban, sin embargo, el anuncio hecho por el conglomerado el miércoles, cuando informó que invertirá 1.500 millones de dólares en la cuenca Permian de Estados Unidos, con el fin de desarrollar un área de algo más de 39.000 hectáreas. El proyecto será desarrollado en asocio con la multinacional Occidental Petroleum, que tendrá el 51 por ciento de la firma que será creada en las semanas que vienen.
La noticia bien puede calificarse de trascendental, por varias razones. En primer lugar, es la inversión más cuantiosa que hace Ecopetrol más allá de las fronteras de Colombia, al poner con decisión un pie en la tierra del Tío Sam. En segundo término, es evidente que el propósito es apostarle a una zona de la cual se extrae petróleo o gas natural, mediante el uso de tecnologías no convencionales como el ‘fracking’.
Mientras en el país continúa el debate sobre la conveniencia de esta técnica, la compañía colombiana aprenderá a hacer las cosas de la mano de un buen socio que se compromete a transferirle conocimiento.
Oxy, por su parte, podrá avanzar en el cumplimiento de sus ambiciosos planes de expansión, una vez complete la compra de Anadarko dentro de unos días, para lo cual deberá girar un cheque de 38.000 millones de dólares, algo que le exigirá vender activos y cuidar sus recursos al máximo. Cofinanciar la explotación en una zona promisoria, le quita presión.
Los conocedores no ponen en duda que los pozos que se perforarán en el lugar asignado -ubicado en el estado de Texas- cuentan con una altísima probabilidad de éxito. Para decirlo en una frase, la cuenca Permian es la más importante del mundo en su categoría. A la fecha, de allí se extraen cerca de cuatro millones de barriles de petróleo al día y ha resultado clave para que Estados Unidos se confirme como el primer productor mundial.
Esta semana, una agencia gubernamental en Washington informó que el bombeo de crudo en el país del norte llegó a 12,1 millones de barriles diarios durante mayo pasado. Dicho guarismo no solo es superior en 1,65 millones al registrado en el mismo mes del 2018, sino que el incremento equivale a algo menos de dos veces lo que produce Colombia en la actualidad.
Vale la pena recordar que en el territorio nacional hay lugares muy promisorios que podrían ser desarrollados con los mismos métodos empleados en la cuenca Permian.
Aunque falta que diferentes instancias se pronuncien sobre la pertinencia de la fracturación hidráulica, es fundamental que Ecopetrol se capacite en caso de que los proyectos piloto calmen a los escépticos y se otorguen los permisos del caso.
Incluso si las autorizaciones se demoran, la compañía colombiana incorporará cerca de 160 millones de barriles de reservas de crudo, de manera inmediata. El cálculo es que para el 2027, el yacimiento norteamericano le sumará 95.000 barriles diarios a las ventas de la petrolera estatal. Aunque es imposible saber cómo estarán las cotizaciones de los hidrocarburos en ese momento, no hay razones para pensar que existe un riesgo superior al usual en el sector.
Por tal motivo, la operación anunciada pinta bien para la empresa y sus accionistas. Ahora lo que corresponde es iniciar una senda que, si se recorre bien, dejará dividendos y no solamente en el sentido monetario. Aprender ganando es un escenario factible, gracias a la cuenca Permian.