Esta semana el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) arrancó el conteo de las unidades productivas del país, el primer paso en el camino hacia un nuevo censo económico nacional.
Tras tres décadas, Colombia contará a partir de julio de este año con los primeros insumos para contabilizar y analizar las empresas, establecimientos y unidades económicas del territorio nacional.
Esta operación estadística generará una fotografía actualizada de la estructura económica del país. El Dane recogerá valiosa información tanto del tamaño y número de establecimientos y negocios como el personal ocupado, la producción, las ventas e ingresos, los costos y los gastos de las mismas.
Si bien ejercicios similares se desarrollaron en Colombia en 1945, 1954, 1970 y, el más reciente en 1991, treinta años son un período demasiado largo para no tener datos sólidos y actualizados del aparato productivo. No solo la economía sino también la sociedad colombiana se ha transformado considerablemente en estas tres décadas.
Transformaciones a nivel macro como la creciente urbanización del país y a nivel micro como la composición del tejido empresarial en sectores como la industria, el comercio, los servicios, la construcción y el transporte.
Realizar este nuevo censo económico es una tarea pendiente en múltiples frentes. Como serán contabilizadas y analizadas no solo las empresas formales sino las unidades informales, el país podrá dimensionar la realidad de la informalidad empresarial.
De hecho, uno de los objetivos específicos de la operación es el de proveer los insumos para la construcción de un “índice de formalidad empresarial”.
Esta información, actualizada y desplegada territorialmente, elevará de inmediato la calidad de las políticas públicas que el Estado diseña para el desarrollo del universo empresarial, su formalización y su fortalecimiento. Precisamente una de las acciones del Conpes 3956 de formalización empresarial era la realización de este censo.
Mejores datos, más actualizados y georreferenciados, guiarán de manera más efectiva la implementación de tantas políticas orientadas a la modernización y competitividad del aparato productivo del país.
Otra ventaja del ejercicio estadístico compete a las pymes y a las microempresas. Robustecer la información sobre las unidades económicas más pequeñas y frágiles afilará los programas públicos para promoverlas y servirá también a los actores privados interesados en el pequeño emprendimiento.
Un mayor conocimiento de las empresas formales e informales - desde su distribución geográfica hasta sus índices de actividad económica- constituirá un poderoso insumo para las políticas de recuperación económica, en especial, para la focalización y distribución de las ayudas y subsidios empresariales.
El censo económico de 2021 es una iniciativa que no solo no da espera sino también es crucial para el diseño y ejecución de las políticas de reactivación económica para los próximos años. Es perentorio que el Dane reciba los recursos necesarios del Gobierno y del Congreso para cumplir con su cronograma.
De los 380 mil millones de pesos del costo total de la operación, solo hay garantizados unos 75 mil millones aproximadamente. Sin negar las extraordinarias circunstancias sociales y fiscales de la pandemia, la fotografía actualizada que surgirá del censo contribuirá al diseño de mejores y más efectivas políticas públicas en pro del tejido empresarial.
Conocer dónde están todas las unidades económicas en Colombia, cómo son, qué producen, cuántos empleos ocupan, cómo son sus ingresos y si son formales o no, brindará un mapa útil para la reactivación.
Francisco Miranda Hamburger
framir@portafolio.co
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