Para un país complejo, que normalmente ocupa lugares intermedios o peores en los índices relacionados con la competitividad, es reconfortante saber que al menos un estudio nos califica con notas más altas.
Se trata del reporte Doing Business, un informe anual que hace el Banco Mundial y cuya décima primera edición fue presentada el martes pasado.
El trabajo en cuestión “analiza las regulaciones que afectan a las empresas de una economía durante su ciclo de vida, incluyendo su creación y operación, el comercio transfronterizo, el pago de impuestos, y la resolución de la insolvencia”, explica la entidad multilateral.
Para hacerlo se utilizan diez indicadores, que son construidos con base en informaciones que entregan instituciones públicas y privadas.
En la presente oportunidad, Colombia ocupó el puesto 43 entre 189 naciones o territorios analizados, logrando avanzar dos lugares frente al ejercicio del año pasado. Si bien Chile o Perú están todavía mejor, el país ha sido calificado como el que más mejoró en la región desde el 2005 y es catalogado como uno de los 20 más reformadores a nivel global.
La razón de esa evolución positiva se concentra en algunos temas puntuales.
El más destacado de todos –pues somos número seis en el mundo– es el de protección a los inversionistas, con temas como las responsabilidades de los miembros de una junta directiva o la facilidad para que un accionista reclame ciertos derechos.
Un poco más atrás se encuentra la obtención de un permiso de construcción –en el que estamos de 24–, un procedimiento que implica ocho pasos diferentes y toma 54 días en promedio.
Por su parte, en lo que hace a solucionar un asunto de insolvencia, nos encontramos de 25, debido al marco legal que permite finiquitar un proceso en algo más de año y medio, y que les posibilita a los acreedores recuperar 70 centavos por cada peso que se les adeuda.
En las otras categorías estamos mucho más atrás.
Así, ocupamos el puesto 53 en lo que se refiere a registrar una propiedad, una labor que toma 13 días. Pasamos al 73 cuando se analiza lo relativo a obtener un crédito, mientras que a la hora de crear un negocio de cero nos ubicamos en el lugar 79.
El motivo tiene que ver con los nueve pasos que se necesitan y los 15 días que se van en dejar protocolizada una sociedad.
No obstante, las luces amarillas y rojas se encienden en otros puntos. Tal es el caso del comercio exterior, en el que nos ubicamos en la posición 94, pues a pesar de la puesta en marcha de una ventanilla única que ha sido elogiada, la propia operación de sacar o traer un contenedor es costosa.
Mientras a los exportadores colombianos esto les vale 2.355 dólares, para los chilenos la cifra es de 980 dólares, mientras en el caso de los chinos baja a 680.
Es cierto que en el Congo, Iraq o Kazajistán el dato es aún más alto, pero eso sirve de poco consuelo.
Tampoco nos va bien a la hora de conseguir el servicio de electricidad (estamos de 101), algo que toma 105 días. Somos poco eficientes en lo relacionado con el pago de impuestos (nuestro rango es el 104), ya que no solo hay que hacer 10 pagos al año, sino que esta labor toma 203 horas.
Sin embargo, el asunto que se puede considerar como el más dramático de todos es el el de hacer efectivo un contrato, una categoría en la que estamos de 155.
Como nota positiva, ya no estamos entre los cinco peores del planeta, pero aun así un proceso toma 1.288 días en promedio y requiere 34 procedimientos.
Todo lo anterior demuestra que hay todavía un buen camino por recorrer en áreas claves, relacionadas con la administración tributaria, los servicios públicos y la efectividad de la justicia.
Y mientras las cosas no mejoren en esos frentes, hacer negocios en Colombia no dejará de tener complicaciones, una verdad que para muchos forma parte de la realidad diaria.
Ricardo Ávila Pinto
ricavi@portafolio.co
Twitter: @ravilapinto