MARTES, 16 DE ABRIL DE 2024

Noticias económicas de Colombia y el mundo

Carlos

Nuestra Política de Tratamiento de Datos Personales ha cambiado. Conócela haciendo clic aquí.

close
Ricardo Ávila
Editorial

Proteger e igualar

Ricardo Ávila
Exdirector de Portafolio
POR:
Ricardo Ávila

Para quienes estén interesados en el progreso de América Latina, quizás no haya un tema que inquiete más que el peligro que tiene la región de dar marcha atrás en los avances logrados en lo que va del siglo. Y es que la recesión económica, que en el 2016 completará su segundo año consecutivo, pone en riesgo conquistas sociales que le cambiaron las perspectivas a los más de 600 millones de personas que habitan en esta parte del mundo.

Debido a ello, hay que identificar los peligros y las opciones que existen, a pesar de la estrechez de las finanzas gubernamentales. Eso es precisamente lo que hace el informe sobre desarrollo humano para el área latinoamericana que presenta hoy en Panamá el Pnud, una agencia de las Naciones Unidas que se concentra en estas materias.

El reporte muestra la magnitud de las transformaciones ocurridas en la zona, que llevaron a que la pirámide social variara de forma. Entre el 2003 y el 2013 salieron de la pobreza 72 millones de personas, mientras que 94 millones ingresaron a la clase media. No obstante, el segmento de la población que más creció es el de los vulnerables, que representan a más del 38 por ciento del total y que son aquellos que no son pobres, pero corren el peligro de serlo si pierden el empleo o deben enfrentar una calamidad como un accidente o un tratamiento médico.

Dadas las condiciones actuales de la región, en donde la desocupación muestra tendencia al alza, el organismo considera que entre 25 y 30 millones de latinoamericanos corren el riesgo de volver a engrosar las filas de la pobreza. Por tal razón, la preocupación ahora es cómo se tiende una especie de red para evitar la caída y se reducen las vulnerabilidades que acompañan a la coyuntura.

La solución que propone el Pnud involucra políticas con el fin de no perder lo ganado. Estas comienzan con mejores sistemas de protección social que incluyen transferencias condicionadas, pensiones no contributivas o seguros de desempleo. Acto seguido está todo el capítulo de cuidado, que tiene que ver en gran parte con atención para la primera infancia, los adultos mayores y los discapacitados.

Una tercera herramienta es la de facilitar el contar con activos físicos y financieros. Tal es el caso de allanar el camino para poder comprar una vivienda o abrir una cuenta en un banco, lo cual hace más factible ahorrar y pedir un préstamo. La lista se cierra con la calificación laboral que beneficia sobre todo a jóvenes y mujeres, y es también una manera de disminuir la informalidad.

Pero no se trata únicamente de proteger los logros alcanzados. También hay que buscar cómo se nivela el piso, en favor de aquellos segmentos de la población que son discriminados por su raza, etnia o género. Es conocido que la incidencia de la pobreza es mucho mayor entre indígenas, afrodescendientes o madres cabeza de familia, y una mejora en ese terreno se obtiene con políticas dirigidas hacia esos grupos.

La necesidad de mirar el desafío con un ángulo de visión amplio está relacionada con la convicción de que más de lo mismo no rinde lo mismo, pues el ritmo de los avances empieza a agotarse, incluso en aquellos lugares en donde las tasas de crecimiento todavía son positivas. Por ejemplo, programas como Familias en Acción muestran un límite en lo que pueden conseguir, incluso si el estipendio entregado se logra mejorar.
Los planteamientos hechos por el Pnud son válidos en Colombia. Aun si el país puede darse por bien servido debido a que la crisis se ha sentido con mucho más dureza en otras latitudes cercanas, enfrenta una desaceleración que lo puede llevar a estancarse en lo que hace a la disminución de la pobreza y la marginalidad.

Y no se trata solamente de cuidar el empleo, sino de mejorar la eficiencia del gasto público y hacer las tareas pendientes. Cruzarse de brazos no es una opción y menos cuando sopla el viento en contra.

Ricardo Ávila Pinto
ricavi@portafolio.co
@ravilapinto

Destacados

Más Portales

cerrar pauta

Nuestros columnistas

día a día
Lunes
martes
Miércoles
jueves
viernes