De acuerdo al más reciente informe del mercado laboral del Dane fueron 854 mil los nuevos puestos de trabajo en octubre, llevando la población ocupada a superar los 22 millones desde febrero del año pasado. La tasa de desempleo nacional para el décimo mes del año bajó a 11,8 por ciento, 2,9 puntos porcentuales más baja que la registrada en el mismo período del 2020.
El proceso de reactivación que viene experimentando la economía colombiana viene generando la recuperación de varios millones de empleos que se perdieron por el drástico choque de la pandemia. En estos doce meses han sido 695 mil los colombianos que han abandonado la condición de desocupados, 529 mil de éstos viviendo en las 13 grandes ciudades y áreas metropolitanas.
En octubre las actividades profesionales y de servicios administrativos, las industrias manufactureras y el sector de alojamientos y servicios de comida respondieron por el 24,82 por ciento, el 16 por ciento y el 13,23 por ciento de la totalidad de los puestos de trabajo creados. Estas son ramas cuyo dinamismo laboral está respondiendo precisamente a la senda de reactivación que la economía colombiana está transitando en esta segunda mitad de 2021.
No obstante, y a pesar de estas mejoras en los indicadores laborales, aún faltan por crear muchos más puestos de trabajo para retornar a los niveles previos a la pandemia. En comparación con octubre de 2019, el rezago por cerrar en materia de población ocupada es de 685 mil empleos. Es mucho menos que al inicio del año, pero es una meta que no se debe perder de vista. En especial porque la situación laboral colombiana antes de la irrupción del coronavirus no era la mejor por las altas tasas de desempleo.
Una reflexión similar compete a las tasas de desempleo para mujeres y jóvenes. La brecha de género en el mercado laboral de octubre es de 7,2 puntos porcentuales de diferencia entre la masculina y la femenina. Es unos puntos menos que en el peor momento del impacto de la pandemia, pero sigue siendo de una magnitud preocupante. En el caso de los jóvenes, el desempleo alcanzó el 19,4 por ciento, cuatro puntos porcentuales menos que hace un año, pero muy alto.
Las perspectivas optimistas frente al crecimiento y al desempeño de la economía no pueden hacer olvidar tanto la necesidad de mantener los esfuerzos de creación de empleos como la urgencia de abordar reformas profundas al mercado laboral. Los cambios que desató la pandemia en temas de trabajo, educación y capacitación deberían aprovecharse para avanzar en una “nueva normalidad” más equitativa y flexible para los trabajadores y para quienes buscan empleo.
Colombia ya está en medio de la campaña presidencial para escoger al próximo ocupante de la Casa de Nariño. Las estrategias para dinamizar la generación de puestos de trabajo formales, dignos y para mujeres y jóvenes, deben integrar las propuestas de los aspirantes y convertirse en protagonistas de primera línea del debate electoral.
Si bien la economía nacional está en camino a unos resultados positivos de crecimiento del PIB para 2021, la creación de empleo debe continuar siendo la prioridad económica del país para 2022. Retornar a los niveles de 2019, previos a la pandemia, es un objetivo que ratificará la recuperación pero que requerirá de reformas y voluntad política para llegar a donde Colombia necesita.
FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
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