2019 estuvo marcado por las marchas a nivel mundial para reclamar justicia ambiental, mayores oportunidades laborales y cambios en el sistema económico. La mayoría de ellas estuvieron integradas por personas jóvenes, millenials y generación z.
Algunas de estas manifestaciones públicas se caracterizaron por ser violentas como ocurrió en Chile, pero muchas otras fueron pacíficas, como el caso de la masiva marcha por el cambio climático en Montreal o algunas de las manifestaciones en Colombia.
El año pasado fue uno de disrupciones sociales, una nueva generación de personas se hizo sentir con fuerza en las calles, recintos de debate político y en los medios de comunicación masivos y alternativos, 2020 puede ser el año en donde más allá de la protesta, inicie el diálogo para el cambio, la modificación de comportamientos y de procesos económicos que obedezcan a los reclamos de este amplio grupo social.
El Foro Económico Mundial de Davos tendrá como novedad este año, la presencia de diferentes líderes jóvenes que han abogado desde las calles y las redes sociales por cambios profundos en la economía y la producción, especialmente en lo relativo con la sostenibilidad.
Los líderes globales del sector público y privado tendrán la oportunidad de escucharlos y dialogar con ellos, en la búsqueda de generar reformas en sus países y empresas que aborden de manera concreta, acciones para mitigar el cambio climático y generar mayores oportunidades laborales y educativas a los millones de jóvenes en todo el mundo.
A diferencia de otros momentos de la historia, éste es uno en donde hay un empoderamiento inusitado de una generación que está participando en el debate público con fuerza y argumentos. La manifestación de este empoderamiento se vio de manera contundente en las calles del mundo.
Lo anterior fue importante pero no suficiente para lograr los cambios que se están esperando. Para hacerlos realidad, es fundamental que el debate pase de los andenes a las instituciones. Sin ánimo de entrar en predicciones de principio de año, este puede ser el momento en el que esto se lleve a cabo.
Greta Thunberg, la activista noruega por el cambio climático sólo es la punta de lanza. Detrás de ella vienen miles, por decir lo menos, de líderes que abogarán por esta causa y muchas otras, en donde en últimas se busca cambios de fondo en la manera como las instituciones democráticas operan y como las empresas producen.
Para que pueda haber cambios responsables y sostenibles, es necesario que el idealismo e intenciones de la nueva generación dialogue con quienes por año han tomado decisiones y administrado los destinos sociales. Sin duda hay errores que han ocurrido en el pasado, también muchos aciertos y avances sociales que se deben conservar y potenciar.
En últimas esto no es un asunto de blanco o negro, joven o viejo, sino de un deseo de reforma de una generación vocal y participativa en cuanto al futuro del planeta y de cada uno de quienes pertenecemos a ella. Generar esperanza en el futuro es un imperativo.
Federico Hoyos Salazar
Embajador de Colombia en Canadá