Quizás uno de los temas por los que Canadá se ha convertido en un referente, actualmente se debe a su marcada política de equidad de género. Para conocer más sobre este tema, sostuvimos una conversación con Cheryl Urban, Directora General para Suramérica del Ministerio de Asuntos Globales de Canadá y, Natalie St. Lawrence, Directora de Relaciones Intergubernamentales del Departamento para la Mujer y Equidad de Género, expertas en esta materia.
El reconocimiento de la equidad de género en órganos directivos de los gobiernos públicos y corporativos se ha convertido en una tendencia reciente que obedece al trabajo constante y a la generación de conciencia que las Naciones Unidas y muchas otras entidades que promueven la igualdad de derechos de las mujeres, han venido realizando por décadas. La inclusión de la equidad de género como uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU es prueba de la importancia que este asunto ha adquirido para generar crecimiento económico y un mundo más justo.
Ante la pregunta de por qué Canadá había decidido convertirse en un líder global de esta bandera, Cheryl Urban expresó que la decisión surgía luego de preguntarse sobre qué tipo de jugador global este país quería convertirse para el mundo. Por esta razón, la equidad de género se convirtió en un asunto transversal a todas las políticas públicas, decisiones de gobierno e integración de sus órganos directivos. Como un ejemplo, el actual gabinete ministerial canadiense es uno de los pocos del mundo que está compuesto equitativamente entre hombres y mujeres; el gabinete del gobierno Duque también lo es. Con el objetivo de hacer de la equidad de género un asunto transversal, el gobierno canadiense desarrolló una herramienta tecnológica para analizar cómo los programas e inversiones tienen un impacto de manera equitativa en hombres y mujeres. Una innovación social que ayuda a la toma de decisiones más justas.
Como ejemplo para describir las pequeñas inequidades cotidianas, Urban contó el caso de los dummies empleados para analizar los impactos de un accidente de tránsito, quienes hasta hace poco eran masculinos, ignorando de esta manera los impactos que un choque podría tener en el cuerpo de una mujer.
La equidad de género no consiste en privilegiar la mujer de ninguna manera, lo que se pretende con este enfoque es dar un trato a hombres y mujeres en la sociedad, sin distingo. Al hacerlo se logra una amplitud de visiones del mundo, y de esta manera se toman mejores decisiones, en palabras de Natalie St. Lawrence.
Reportes de instituciones prestigiosas como el Instituto Global McKinsey, concluyen que un avance significativo en equidad de género podría generar US$12 trillones adicionales a la economía para el año 2025, sólo en Latinoamérica la implementación adecuada de este enfoque significaría un aumento de 1,1 trillones en el PIB regional. Hoy Canadá invierte US$1,4 billones anuales para alcanzar este objetivo. Aunque en Colombia el avance es gradual, la inclusión en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2022 de un capítulo dedicado a la equidad de la mujer, constituye un avance importante en donde el país va entendiendo la necesidad de este enfoque. Canadá es un buen referente y socio estratégico para profundizar en este objetivo.
FedericoHoyos Salazar
Embajador en Canadá.