A finales del año pasado un juez 11 administrativo ordenó el restablecimiento del requisito de la prueba PCR para el ingreso al país de los viajeros internacionales. El Ministerio de Salud impugnó ese fallo de tutela y, mientras se resolvía esa situación jurídica, mantuvo la normatividad que no exigía ese requisito en los aeropuertos. En el momento de anunciar esa decisión, el Ministerio de Salud esgrimió argumentos científicos y epidemiológicos para no acatar el fallo inmediatamente. El estado de la transmisión del coronavirus en el país hace perder efectividad a la intención de evitar que contagiados ingresen.
Las consecuencias económicas del fallo de tutela no son menores ya que impactan la dinámica del turismo y visitantes que vienen del exterior. Aún mayor si se tiene en cuenta que el sector de viajes, hoteles y turismo ha sido uno de los más golpeados en Colombia y en el resto del mundo por las medidas sanitarias de lucha contra la pandemia.
Por esas razones, causó gran sorpresa que, con una resolución firmada el pasado 31 de diciembre, el ministro de Salud Fernando Ruiz haya determinado el regreso de la exigencia del requisito de las pruebas PCR para los viajeros que entren al país. Independientemente de cuando comience a aplicarse la determinación de las autoridades sanitarias, el cambio de opinión del Ministerio de Salud es tanto inoportuno como incoherente. Inoportuno porque la decisión se toma el último día del año pasado, en medio de la temporada de vacaciones decembrinas. Muchos viajeros nacionales y extranjeros y las aerolíneas planearon sus desplazamientos basados en la suspensión del requisito.
Incoherente porque el ministro Ruiz reversa una decisión que fue tomada, según él, con criterios técnicos y científicos. ¿Qué ha cambiado en relación con las pruebas PCR para vuelos internacionales entre el momento del rechazo del Ministerio y ahora que la acepta?Más que claridad, se genera confusión. Ni hablar del impacto en vuelos, hoteles y turistas.
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