Transita en la Cámara de Representantes un proyecto de ley que busca reconocer el luto por la pérdida de un animal de compañía. La iniciativa, promovida por el representante del partido Liberal Alejandro Chacón, daría una licencia remunerada de dos días a los trabajadores a los que se les mueran sus mascotas.
Este articulado quiere atender a los seis de cada diez hogares que cuentan con animales domésticos. Es incontrovertible la creciente importancia y vínculo emocional que se han desarrollado con sus mascotas y que las convierten en parte vital de las familias de todo tipo.
No obstante, cabe preguntarse si una licencia, que terminará por elevar los costos laborales del empleo formal, es el camino adecuado en la economía actual para reconocer y respetar esos innegables y valiosos lazos.
En años recientes el Congreso de la República, sin un verdadero control por parte del Gobierno Nacional, ha venido aprobando medidas, como por ejemplo la reducción de la jornada laboral, que desembocan en subir las ya de por sí altas cargas laborales.
Crear empleo nunca ha sido tarea fácil en la economía colombiana y hoy la reactivación económica se está dando con un rezago de más de 1,2 millones de puestos de trabajo en comparación con los niveles previos a la pandemia.
En un momento como el que Colombia atraviesa actualmente los esfuerzos de los legisladores y el Ejecutivo deberían estar concentrados en facilitar y agilizar la creación de puestos de trabajo estables, formales y dignos en vez de encarecerlos.
La reapertura total de la economía implica nuevos arreglos laborales que reconozcan los cambios que trajo el covid-19. Esas son hoy prioridades más urgentes que aprobar más días de luto.
Francisco Miranda Hamburger
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