La reapertura total de las actividades económicas a partir de septiembre también se ha reflejado en el retorno de las marchas de protestas. Hoy precisamente los sindicatos del país y el Comité Nacional de Paro convocaron a una caravana en rechazo al abuso policial que causó la muerte de Javier Ordóñez.
La irrupción del coronavirus y las posteriores cuarentenas nacionales por más de cinco meses interrumpieron la serie de manifestaciones sociales en contra de las políticas del Gobierno Nacional que marcaron el final del año pasado y el principio de 2020.
El fin de los confinamientos se ha trasladado asimismo al descontento social que ha empezado a salir nuevamente a la superficie. Malestar que nunca se extinguió del todo y que regresa en medio de los impactos socioeconómicos desatados por el coronavirus.
A las demandas esgrimidas por los paros pre-pandemia, se suman tanto las peticiones para la reforma a la Policía Nacional por las jornadas violentas de los últimos días, como el rechazo a medidas como la adopción del Piso de Protección Social.
Las protestas por el asesinato de Javier Ordóñez, que a su vez generaron las muertes violentas de otros ciudadanos en enfrentamientos con la Fuerza Pública, son la muestra de que un grupo de manifestantes no evitará lanzarse a las calles por temor a contagiarse del coronavirus. A pesar de lo anterior, más allá de la justificación política de las protestas, las aglomeraciones en estos tiempos de pandemia global no son aconsejables.
Aún no es clara la estrategia del Gobierno Nacional para el manejo de estas nuevas manifestaciones de protesta bajo coronavirus.
Lo cierto es que la situación de la economía del país ha dado un vuelco entre los paros masivos de finales del 2019 y hoy. Los índices históricos de desempleo y de la contracción económica se convierten en las prioridades estructurales tanto del Gobierno como de las empresas y los hogares. Más allá del abordaje del Ejecutivo, la protesta bajo pandemia abre otro frente cuyo impacto en el ritmo de la reactivación es todavía incierto.