Hace pocos días el Ministerio de Ambiente publicó el balance de su invitación al sector privado colombiano a sumarse al Programa Nacional de Carbono-neutralidad. De acuerdo a Carlos Eduardo Correa, jefe de esta cartera, son 568 las empresas en el país que desde octubre pasado han asumido compromisos alrededor de la reducción de emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI).
La adopción corporativa de políticas de mitigación frente al cambio climático, carbono-neutralidad y otras estrategias ambientales son cada vez más comunes dentro de las juntas directivas de grandes compañías. Los criterios ESG -Ambientales, Sociales y de Gobernanza, por sus siglas en inglés- integran desde hace varios años el lenguaje tanto de los mercados financieros como de empresas de distintos sectores, desde los hidrocarburos hasta el consumo masivo pasando por la tecnología.
Estas experiencias empresariales alrededor de iniciativas climáticas vienen incorporando componentes, cercanos al corazón de los negocios, e incluso encontrando beneficios en términos de diferenciación de los productos y servicios, segmentación de mercado y oportunidades de nuevos mercados. Para el ministerio de Ambiente la meta en julio próximo es que este programa de carbono-neutralidad alcance las 1.000 compañías.
Dos retos, como mínimo, se destacan ante estos esfuerzos. El primero está en la atracción no solo de muchas más firmas sino también más variadas, esto es, medianas y pequeñas empresas, como lo afirma Nicolás Uribe, presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá. El segundo está en continuar recogiendo y documentado estas experiencias corporativas que demuestren que estas apuestas sostenibles son asimismo un buen negocio.
FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
framir@portafolio.co
Twitter: @pachomiranda
