Hace unos meses el Dane presentó su informe de la pobreza para 2019 que ratificó que, antes de la llegada de la pandemia, Colombia ya había frenado su tendencia de reducción de los niveles de pobreza. De acuerdo a ese reporte, la economía nacional arrancó este año con el 35,7 por ciento de la población en condición de pobreza monetaria, un punto porcentual por encima de la registrada en 2018.
Ayer el ente estadístico publicó los datos desagregados por 23 departamentos y Bogotá que conforman la fotografía de pobreza con la que las regiones colombianos enfrentaron la irrupción del coronavirus. Los datos muestran no sólo aquellos departamentos con un porcentaje alto de pobres monetarios y extremos sino aquellos en los que la pobreza está creciendo más.
Que el Chocó, La Guajira y Cauca tengan seis de cada diez de sus habitantes bajo la línea de pobreza no sorprende a nadie ya que son regiones con serios retos estructurales y suelen encabezar estos listados. Tampoco que la diferencia con los departamentos “más ricos” como Cundinamarca, Valle del Cauca, Bogotá y Atlántico sea de entre 30 y 40 puntos porcentuales. Sin duda, una nación desigual.
Esta línea de partida para 2020 no luce bien para, al menos, seis departamentos. El informe del Dane refleja que Huila, Norte de Santander y la Costa Caribe son las zonas del país que se empobrecieron a mayor velocidad el año pasado. Huila, por ejemplo, sufrió una disparada de su pobreza monetaria en 5,4 puntos porcentuales.
Esta fotografía es útil porque permite identificar los departamentos del país que recibieron el choque histórico del Covid-19 con un ritmo creciente de pobreza. Alerta asimismo que la región Caribe no solo tenga altos porcentajes de habitantes pobres sino que, con excepción de Atlántico, crezcan a un ritmo superior al ritmo nacional. Que la pandemia dejará al país más pobre es indiscutible. El informe del Dane ayuda a focalizar en las regiones que arrancaron esta crisis con mayor rezago.
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