Ayer fue un día que Netflix difícilmente olvidará pronto. El gigante del ‘streaming’ presentó un desplome de sus acciones en la Bolsa de Nueva York de alrededor de 35 por ciento, lo que se traduce en unos US$54.000 millones. Es decir, en un solo día, la compañía perdió más o menos un tercio de su valor. Según los análisis que se emitieron ayer, esta es la mayor caída bursátil desde el 2004.
La razón detrás de esta noticia fueron los resultados que presentó un día antes la firma estadounidense de entretenimiento, en los cuales anunció la pérdida de unos 200.000 usuarios en el primer trimestre de este año, muy lejos de los 2,5 millones que había previsto incrementar en este mismo periodo, lo que generó nerviosismo entre los inversionistas en cuanto a la fortaleza de la empresa, y más porque la compañía dejó entrever que en el segundo trimestre el descenso de sus clientes podría se de dos millones más.
Más allá de la negativa cifra de Netflix, lo que hay de fondo es lo que tanto usuarios como inversionistas venían viendo desde hace ya muchos meses: la guerra del ‘streaming’ se está intensificando en todas las latitudes del mundo, incluida Colombia. La llegada - y su posterior refuerzo- de otras marcas fuertes como Disney+, HBO Max o Amazon Prime, entre un gran catálogo de opciones, le ha terminado por golpear a la empresa insignia de esta industria perder parte del brillo y tener que compartir protagonismo con otras.
El análisis de Netflix deja otros datos curiosos que seguramente también apliquen en Colombia: la inflación está golpeando a la capacidad de los usuarios de pagar por estos servicios, y el hecho de que familias o amigos compartan cuentas se hizo un problema mayor. La guerra del ‘streaming’ se aprieta.
FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
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