Recientemente la firma Education First (EF) publicó la edición de su estudio sobre los niveles de conocimiento de inglés en Colombia. Los resultados ratifican que el país no ha avanzado mucho en el camino para que muchas más personas, en especial estudiantes y jóvenes, dominen esta segunda lengua. Colombia ocupó el puesto 77 en una muestra internacional de 111 países, mientras que, en el balance latinoamericano, registra el décimo-séptimo lugar en un total de 20 naciones evaluadas.
Sólo Ecuador, México y Brasil reportan peores calificaciones. El desagregado regional refleja asimismo a Quindío, Atlántico y Bogotá, a la cabeza con un dominio ‘moderado’ de este idioma.
En conclusión, Colombia, aunque registró un leve repunte, sigue manteniéndose en un ‘nivel bajo’ en los índices de bilingüismo. El aprendizaje de una segunda lengua como el inglés no constituye un capricho elitista, como piensan muchos, sino una necesidad económica para mejorar la competitividad, la capacidad de ampliar los horizontes de estudio y de negocios, así como el desenvolvimiento en entornos empresariales globales.
Las pocas mediciones del nivel del dominio de esta segunda lengua muestran que, por más esfuerzos y anuncios, los estudiantes colombianos continúan con un bajo conocimiento. Manejar el inglés deriva en oportunidades laborales y contribuye a la integración económica del país. No obstante, la educación nacional, tanto pública como privada, no ha sido eficaz en elevar rápidamente los niveles de bilingüismo -no solo inglés, mucho menos de francés o portugués-.
El Ministerio de Educación anunció la puesta en práctica el año entrante de un programa de bilingüismo en Colombia en un trabajo con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). Hablar inglés no puede continuar convertida en una habilidad indicadora de estatus socioeconómico o de formación de élite, en vez de estar masivamente distribuida en la juventud.
FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
framir@portafolio.co
Twitter: @pachomiranda