Sigue la publicación de reportes sobre el comportamiento de distintos aspectos de la economía durante el pasado mes de enero. Ayer el turno fue para la encuesta de Pulso Empresarial del Dane que recoge la percepción de los empresarios del arranque del 2021.
Como era de esperarse la confianza del sector privado sufrió una baja a raíz de los confinamientos, que iniciaron en diciembre y continuaron en el mes de enero. Los cierres y demás restricciones, que se experimentaron con mayor severidad en Bogotá, deprimieron las expectativas de los empresarios.
Si a lo anterior se suman las estimaciones del impacto de la nueva ola de cuarentenas en empleos y en costos a la economía, enero se va constituyendo en un “bache” dentro de la senda de la reactivación. El rompecabezas de la magnitud del choque en el arranque del año se irá armando en las próximas semanas.
Más allá de la dimensión del freno, es perentorio mantener el ritmo de la reapertura de las actividades productivas y el avance tangible de los proyectos de reactivación económica, impulsados por el Gobierno, así como los planes de las grandes capitales.
Con el inicio oficial esta semana del plan nacional de vacunación contra el covid-19 altas expectativas y una gran “dosis” de esperanza se ha generado en la población colombiana. Es importante recordar que esta fase inicial cobija a los trabajadores de salud de la primera línea y a adultos mayores de 80 años. Es decir, los colombianos no pueden bajar la guardia en cuanto a los protocolos de bioseguridad y el autocuidado.
Los datos de la Superintendencia de Sociedades, publicados ayer, muestran un crecimiento pequeño de las solicitudes de insolvencia en el año de la pandemia. Si bien esta cifra puede aumentar en los próximos meses, las empresas colombianas están resistiendo y necesitan ayuda.
Francisco Miranda Hamburger
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