Mientras el Gobierno busca consolidar el recientemente lanzando espacio de diálogo social para frenar la violencia y levantar las jornadas de protesta, es perentorio que el Ejecutivo no abandone varias estrategias que mitigarán los impactos de estas semanas. Se trata del plan nacional de vacunación y las políticas y proyectos de reactivación de la economía.
Más allá de los necesarios vasos comunicantes entre las conversaciones políticas y las medidas sociales y económicas de la pandemia, es crucial que, durante el mes de mayo, el ritmo de la inmunización contra el coronavirus adquiera la dinámica necesaria. En los días recientes, el promedio de dosis aplicadas diarias viene aumentando -incluso superó la barrera de las 200 mil- pero aún está lejos del nivel requerido para cumplir con la meta de los 35 millones de colombianos vacunados.
Cabe recordar que mientras más rápido Colombia vacune a su población, no solo los contagios y los fallecimientos tenderán a la baja sino también la economía mejorará sus perspectivas y sus resultados.
No es un capricho la necesidad de acelerar tanto la vacunación como la dinámica de la reactivación económica. De los primeros cuatro meses de este 2021, en dos -enero y abril- las cuarentenas y las restricciones impactaron la senda positiva de las actividades productivas en el país. De continuar con estos “baches” en la senda de recuperación, las expectativas del desempeño anual de la economía podrían empezar a registrarse a la baja.
Más dosis aplicadas y retomar las políticas y estrategias de reactivación económica, tanto a nivel nacional como local, deben mantener la prioridad en la agenda del Gobierno, así esté actualmente su atención volcada a las protestas y el diálogo.
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