La inflación que estamos viviendo se originó en 2020. Creo que sobre este punto no hay duda. Paralelo a la pandemia y al cierre de establecimientos, el gobierno nacional como también las gobernaciones y alcaldías, se vieron obligados de aumentar el gasto mientras que el sector empresarial se encontraba con mínimos niveles de producción. El resultado fue la disminución de la oferta ante una demanda exigente.
Con lo dicho quiero dejar ver que la reacción del Banco de la República fue retardada. Ahora no puede pretender asfixiar la economía subiendo tasas de interés de manera acelerada especulando sobre la velocidad que requieren los incrementos de la tasa para frenar la inflación. Dado lo anterior, quiero explicar lo siguiente:
La inflación puede verse afectada por diferentes factores. Sin embargo, la variable que más impacta en la probabilidad de aumentar o disminuir la inflación es la cantidad de dinero (M1, M2, M3). Recordemos que el M2 incluye a M1 (dinero en efectivo) más cuasi-dineros. Los cuasi-dineros están compuestos por depósitos de ahorro (bajo cualquiera modalidad: certificado, ordinario o indexado), y los certificados de depósito a término en todos los plazos y condiciones de indexación. El M3 incluye M2 más otros pasivos sujetos a encaje no incluidos en M2. Los principales instrumentos de estos pasivos son los repos con el sector real, los depósitos fiduciarios, depósitos a la vista y bonos (Banrepública, 2005).
La inflación es una variable que encierra alto grado de incertidumbre. Sin embargo, sobre ella hay elementos que permiten delimitar su análisis y focalizar instrumentos para controlarla. Es conocido que la inflación se encuentra afectada por valores de periodos anteriores. Adicionalmente, existe un efecto constante que determina un nivel mínimo de inflación a lo largo del tiempo. Insisto, la cantidad de dinero es la variable que más probabilidad tiene en cuanto a la posibilidad de afectar la inflación. Pero contrario a lo que normalmente se piensa, no es precisamente la tasa de interés o la misma inflación las que conducen a generar variaciones sobre ella.
Las disyuntivas económicas, llevaron al monetarista Milton Friedman y Edmund Phelps, seguidor de la política macroeconómica keynesiana, a tener puntos convergentes sobre la inflación. Señalaron que, durante periodos largos, el impacto por incremento en la cantidad de dinero se refleja de manera importante en los precios. Pero, en el corto plazo, un incremento en la cantidad de dinero afecta principalmente al nivel de producción y tiene un efecto pequeño en la inflación. Por su lado, los monetaristas estrictos afirman que la cantidad de dinero es la causa casi exclusiva del comportamiento de los precios (Dornbusch, R. y Fischer, 1991). ¿Está el Banco de la Republica haciendo la tarea correctamente?
Francisco Montes Vergara
Magister en Economía y Magister en Ingeniería.