El futuro está en las ciudades. Todos los años se agrega al planeta el equivalente a siete ciudades de Nueva York.
En el 2050 se espera que la población urbana mundial se duplique. Esto plantea desafíos masivos, pero también beneficios reales para las comunidades.
Las ciudades que ofrecen las condiciones apropiadas pueden atraer a personas con habilidades, creatividad y conocimiento que sustenten la economía y la prosperidad de largo plazo, además de sentar las bases para el crecimiento económico sustentable, con miras a una mejor vida para toda la comunidad.
Los líderes cívicos visionarios analizan los servicios de sus ciudades y cambian sus estrategias de inversión para no limitarse a atraer una cantidad mayor de trabajadores, sino para poder generar un sistema de servicios que se base en ciudadanos innovadores altamente capacitados y empresas centradas en el conocimiento e intensivas en habilidades.
Este es un plan cuyo enfoque apunta a construir una fuerza laboral más diversificada.
Manufactura, servicios y otros puestos de trabajo constituyen la savia de las ciudades.
La adaptación de los sistemas básicos de una ciudad ayuda a aumentar la eficiencia, reducir los costos y mejorar la calidad de vida para cada sector que la energiza.
Durante los últimos tres años, a través de los más de 2.000 proyectos elaborados para ciudades de todo el mundo, hemos aprendido algunas de las lecciones inteligentes de las ciudades más avanzadas. Se trata de atraer una fuerza laboral de habilidades superiores: reducir la congestión del tránsito, mejorar la seguridad pública disminuyendo el delito y los tiempos de respuesta a emergencias, adaptar a la medida los servicios con un fuerte énfasis en educación y capacitación, y crear más sistemas de salud centrados en el paciente.
Consideremos la congestión, que puede reducir el PIB de una comunidad hasta un 4%.
El análisis predictivo, uso de sensores y alertas en tiempo real pueden hacer mucho para permitir que las personas y los bienes se desplacen de un punto a otro en la ciudad.
Asimismo, los estándares y la calidad de la base de talentos de una ciudad pueden relacionarse directamente con los niveles de seguridad pública.
Los sistemas centralizados que conectan los datos entre los departamentos de policía, bomberos y otros grupos que intervienen en casos de emergencia acortan los tiempos de respuesta y aumentan la capacidad de identificar patrones de incidentes.
Madrid coordina los recursos de emergencia en toda la ciudad combinando enormes cantidades de datos, a través de muchas agencias municipales.
Cuando hay un problema, los sistemas alertan a la policía, las ambulancias y los bomberos de manera simultánea, y prioriza los equipos y recursos de respuesta a emergencia acortando los tiempos de respuesta en un 25%.
El futuro de las ciudades depende de las personas que las integran, es decisión de las comunidades cultivarlo.
El talento es un recurso que las ciudades pueden atraer.
Durante la próxima década, se espera que la cantidad de migrantes internacionales de alto nivel educativo en el mundo aumente a más del triple.
Planificar ahora es la forma de asegurarse el progreso futuro, y esa es la premisa en la que Colombia debe estar.
Francisco Thiermann
Gerente general de IBM Colombia