No tengo ninguna falacia que contarles, tampoco una verdad que haga explotar los cimientos de la democracia, no puedo calumniar a nadie y mucho menos decir “una mentira repetida mil veces que se convierte en una verdad”.
Por lo tanto, creo que lo que voy a escribir no tiene ninguna relevancia.
En economía, simplemente decirles que muy seguramente la junta directiva del Banco de la República aumentará las tasas de interés ante un leve rebrote de la inflación, que el dólar estará nuevamente por debajo de los 1900 pesos, que las exportaciones continúan cayendo más que las importaciones, que el déficit de cuenta corriente continúa aumentando y que las tasas de crecimiento de los sectores industriales continúan siendo pobres, aunque el ramo agropecuario se recupera levemente.
También que los medios de comunicación y los economistas comprometidos con el Gobierno nos hacen creer que el TLC con Estados Unidos, aunque no despega es solamente cuestión de esperar, los ‘ríos de leche y miel’ se encuentran a la vuelta de la esquina, no importa que las importaciones sean mucho mayores que las exportaciones. Sus resultados no son agrios, solo agridulces, han crecido las exportaciones de uchuvas.
En educación, fuera del anunciado paro de maestros a realizarse en los próximos días, la crisis de financiamiento de la educación pública superior, la mediocridad de los resultados de los estudiantes, manifestada en las pruebas que nos comparan internacionalmente y, la ausencia de desarrollo en nuestras habilidades matemáticas, científicas, de lectoescritura y bilingüismo, no hay nada más.
Simplemente, el aumento de la participación de las profesiones liberales y especialmente de los abogados: Dios los bendiga.
La expansión de las hectáreas dedicadas a la ganadería, al decir de un informe de Naciones Unidas, provoca cada día una mayor deforestación, se deterioran los ecosistemas, el desarrollo es cada vez menos sostenible y las nuevas generaciones no tienen para nosotros ninguna importancia, lo relevante es el presente.
En salud, se controlan los precios de los medicamentos, una buena noticia. Sin embargo, ¿durante cuántos años se atentó contra la salud de los ciudadanos, especialmente en enfermedades de alto riesgo, causando muchas muertes?
¿No es eso un delito de lesa humanidad? Y, los culpables paseando por ahí, sin complejo de culpa, felices y agradeciendo a los anteriores gobiernos la libertad de empresa y de precios.
Los dejo, tengo que leer en Semana la importancia del ‘golazo de Uribe en la campaña electoral’, el best seller del hacker Andrés Sepúlveda: ‘Soy un héroe, soy un héroe’, ‘yo defino quién va a ser mi juez’.
‘Desobediencia civil’, por el expresidente Uribe. “Nadie de las fuerzas militares se opone al proceso de paz’, ministro de la guerra. Estoy perdiendo un tiempo precioso dedicándolo a escribir bobadas que no tienen ninguna importancia. Tengo prisa.
Germán Umaña M.
Decano de Economía, U. Central