Uno de los hechos más sorprendentes en la cultura japonesa es que hayan existido los Kamikazes. Increíble pensar en sus ataques suicidas como pilotos contra embarcaciones de Los Aliados. Los barcos hundidos están entre 40 y 57.
La palabra kamikaze fue empleada en occidente ya que en Japón no se usó ese nombre para denominar tales acciones. La denominación japonesa para el grupo Aéreo era: “Unidad especial de ataque shinpu”. Kamikaze es “viento divino”.
Se remonta al siglo XII cuando un tifón acabó con la flota invasora de los mongoles y se tomó como una ayuda del cielo. Cada avión llevaba bombas de 250 kilos que impactaban los barcos con el afán de hundirlos o averiarlos gravemente.
“El espíritu de la Unidad de Ataque Especial es el gran espíritu que corre por la sangre de todo japonés”, dijo un comandante nipón. Los pilotos suicidas eran adoctrinados y eso nos muestra el tremendo poder que tienen las creencias positivas o negativas. En las crisis ganas más con un optimismo realista que con un negativismo enfermizo.
Cultiva un optimismo no ingenuo y no escuches los presagios negativos de los pesimistas, tan amigos de apagar la llama de la fe. En 1839 el doctor francés Alfred Velpeau dijo: “Eliminar el dolor en las operaciones es una quimera. Es absurdo continuar investigando por ese camino. El bisturí y el dolor siempre estarán asociados”. Suena insólito pero ese desacertado anuncio lo hizo el Dr. Velpeau siete años antes del uso de la anestesia. Y ya que hablamos de medicina es bueno recordar un augurio pesimista sobre el estetoscopio: “Más que un aparato médico parece un juguete y auscultar la caja torácica es una extravagancia y una aberración”. Este comentario fue publicado en 1825 en la revista The Quaterly Review en los Estados Unidos.
Afortunadamente la firme creencia y el compromiso de los optimistas es más fuerte que las dudas de los escépticos y el negativismo de los críticos. Se supone que si eres optimista das lo mejor de ti ya que pensar en positivo sin actuar es como montar en una bicicleta con un solo pedal.
Cada persona actúa condicionada por un sistema de creencias y lo sabio es examinarlas, potenciar las positivas y eliminar aquellas que te limitan o te bloquean. Eso pide valentía porque implica salirte de lo trillado, aventurarte en nuevos espacios y ser capaz de cuestionar lo que te han enseñado.
Abundan las creencias falsas y librepensadores brillantes y sabios como Erasmo de Rotterdam, 1466-1536, o Baruch de Spinoza, 1632-1677, son estupendos modelos para apoyarte en creencias positivas y motivantes.
Esas dos lumbreras tuvieron agallas para cuestionar creencias en tiempos en los que eso era un delito. Eran amigos del cambio y tenían una sólida confianza en la humanidad. Mientras los pesimistas se quejan, los optimistas mejoran el mundo.
Gonzalo Gallo G
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