¿Cómo es posible que el sorprendente resultado del PIB (4,2 por ciento en el 2T/13) se haya originado principalmente en dos actividades propias del agro: la producción de café y papa, cuyos precios de mercado son inferiores al costo de producción y, por lo tanto, generan pérdidas a sus productores? Inaudito pensar que estén aplicando la máxima filosófica de “perder por producir es ganar mucho”, cuya autoría intelectual se disputan dos grandes glorias del deporte nacional. El fervor patriótico, como diría un expresidente, no puede ser la motivación para que unos agentes económicos actúen de forma irracional. Y si en gracia de discusión, así fuese, tal modelo de crecimiento no sería sostenible o habría que revivir el extinto Idema.
¿Cómo es posible que las actividades económicas de mejor desempeño en el trimestre sean las que menos hayan contribuido a la generación de empleo e incluso vinculado menos mano de obra que en periodos anteriores de baja producción? (Ver escritos de S. Farné) ¿Una nueva versión, pero al revés, de la ‘curva de Philips’?
¿Cómo es posible que después de casi 12 años de su existencia y divulgación, la Bolsa de Valores de Colombia nos venga ahora a informar que el IGBC no sirve para nada, a pesar de que se suponía que era uno de los subyacentes más idóneos para dinamizar el mercado de derivados en nuestro país?
¿Cómo es posible que el Gobierno Nacional no haya definido una postura única sobre el tema de la privatización de Isagen? ¿Tendrá el jefe de Estado que confinar un fin de semana a los dos ministros involucrados en un remoto lugar con baños termales incluidos, para que ‘a calzón quitao’ se pongan de acuerdo, o uno de los dos convenza a su contradictor? En este debate no hay tercera vía que valga.
¿Cómo es posible que en el presupuesto nacional para el 2014 se le asigne a Cultura apenas una participación del 0,2 por ciento, en tanto que Defensa y Policía se llevan el 18 por ciento de ese total? ¿Los eventuales acuerdos a que se llegue en La Habana, podrán invertir estas proporciones?
¿Cómo es posible que el escenario más probable en cuanto a la elección presidencial del 2014 sea una disputa entre dos eximios representantes de la aristocracia bogotana y, para colmo de males, primos hermanos dobles entre ellos? Se suponía que ya no existían motivos para ser catalogados como ‘banana republic’.
A nivel internacional también ocurren hechos y situaciones francamente alucinantes. ¿Cómo es posible que el jefe de Estado más poderoso del mundo sea nuevamente objeto de chantajes políticos por parte del Congreso en el tema del techo de la deuda? ¿No hay en ese imperio, economistas, financistas y contadores que, desde un principio, puedan hacer el adecuado cuadre de las cuentas fiscales?
¿Cómo es posible que la candidata más opcionada a ser designada presidenta de la Reserva Federal acumule ya 67 primaveras? No porque sea mujer, pero a esa edad es muy factible tergiversar cifras y confundir signos positivos con signos negativos.
Finalmente, es muy posible que algún erudito al leer estas notas se pregunte ¿cómo es posible que en Colombia haya setenta mil potenciales lectores diarios de notas de opinión como esta? Mediciones independientes y autorizadas reportan que Portafolio en sus 20 años de existencia, más que duplica en lecturabilidad a su competencia escrita más cercana.
Gonzalo Palau Rivas
Profesor de la Universidad del Rosario