Con la consolidación de la reactivación, el tejido empresarial colombiano se ha ido recuperando luego de la enorme crisis que sufrió la economía en 2020. Cifras de Confecámaras muestran que mientras en 2020 cerraron unas 200 mil empresas, en el primer semestre de 2021 se crearon cerca de 166 mil empresas, principalmente en los sectores de agricultura, comercio, industria y construcción. La financiación empresarial, que sigue expandiéndose, es un valioso insumo para que el tejido productivo sostenga la anhelada recuperación.
La cartera empresarial de los establecimientos bancarios bordeó en agosto los $289 billones, $47 billones más frente a los niveles prepandemia de febrero de 2020. Dentro de esta cartera, es destacable que en el sector Mipyme, al cual pertenecen cerca del 99,5% del total de empresas en el país, se registraron crecimientos récord hasta del 13% anual aún en medio de la pandemia, gracias al rápido y coordinado accionar entre el sector bancario y el gobierno a través del Programa de Apoyo a Deudores (PAD) autorizado por la Superfinanciera, la banca de redescuento y el FNG, donde el 88% del cupo consumido de esta última entidad se ha focalizado en dicho segmento.
La menor percepción de riesgo en la economía, la fortaleza patrimonial del sector financiero y el acotado deterioro en la cartera aseguran que continúe la irrigación de recursos para el sector empresarial. Según los más recientes reportes de la situación del crédito del Banco de la República, la percepción de la demanda de crédito se muestra cada vez más favorable para las diferentes modalidades, particularmente en los segmentos de microcrédito y comercial, lo que genera perspectivas optimistas sobre la sostenida recuperación de la actividad económica y el empleo.
Si bien desde el sector financiero se vienen generando estrategias orientadas a impulsar el crédito empresarial, esto no será suficiente para terminar de pasar la crisis.
Los retos del sector productivo continúan asociados a la superación de los rezagos en materia de competitividad/productividad. El gran desafío está en lograr que esta recuperación genere más oportunidades para las firmas colombianas, donde las nuevas dinámicas del e-commerce y las innovaciones sean aprovechadas y permitan dar respuesta a las cambiantes necesidades del mercado que se aceleraron con la pandemia.Por ello, en una coyuntura tan desafiante como la actual es fundamental el diseño de políticas públicas más innovadoras para incentivar el emprendimiento, el uso de nuevas tecnologías, la expansión a otros mercados y la competitividad. La banca seguirá siendo aliada de las empresas en la senda de recuperación. De cara al próximo año, esperamos que las propuestas de quienes hoy aspiran a ejercer el liderazgo del país se muestren a la altura de estos desafíos.
Hernando José Gómez R.
Presidente de Asobancaria
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