En la feroz competencia por los mercados, nuestros empresarios se ven hoy sometidos a un consumidor que puede comprar en cualquier país del mundo. Internet y la apertura han facilitado tanto el comercio virtual, que un comprador puede adquirir en un lugar remoto, desde una camisa hasta repuestos para su maquinaria.
Una forma para afrontar estos retos son los clústeres o aglomeraciones empresariales, que permiten a diferentes actores, en una misma línea empresarial, alcanzar niveles que por sí mismo, no podrían. Según Michael Porter, una iniciativa clúster es un proceso de análisis y reflexión colectiva, que tiene como objetivo desarrollar acciones concretas que mejoran la productividad de un sector.
Empresarios del mismo ramo, que compiten encarnizadamente por los clientes, hoy cooperan para definir procesos comunes o superar obstáculos, lo cual no es impedimento para que cada empresa que conforma el clúster utilice su propia marca o las ventajas de la innovación que ha introducido en su producto.
En Colombia se avanza en el fortalecimiento de clústeres a través de esquemas que involucran mapeo, segmentación, análisis de la industria y la cadena de valor, benchmarking internacional, lineamientos estratégicos, un plan de acción y modelo de gestión.
En el país, hoy se trabaja en 24 departamentos con alrededor de 70 iniciativas clúster. Esto no significa que haya 70 clúster, sino que es el resultado de la identificación de sectores estratégicos y proyectos sectoriales agrupan a un número determinado de empresarios en las regiones, y que están desarrollando un ejercicio de planeación estratégica a través de la metodología ‘Ruta Competitiva’ o ‘Iniciativas Clúster’, apoyándose en un trabajo colectivo en el que participan varios actores, entre ellos, el Ministerio de Comercio, el BID, iNNpulsa y las cámaras de comercio.
Varios ejemplos exitosos de este tipo de integración pueden destacarse. Uno de ellos es el departamento de Antioquia, pionero a nivel nacional en el tema de clúster, trabajando en los sectores textil, confección, diseño y moda, construcción, energía, turismo de negocios, servicios de medicina y odontología y tecnologías de la información y comunicación. Igualmente, es de resaltar la iniciativa clúster de proteína blanca que agrupa diferentes empresas relacionadas con la producción avícola y porcícola en el Valle y norte del Cauca.
De acuerdo con el Dane, este sector representa aproximadamente el 28% del PIB pecuario, y el 2% del PIB nacional. Además, genera alrededor de 2,5 millones de empleos, entre directos e indirectos. A estos se suman iniciativas como el clúster de turismo de negocios y eventos en Bogotá, de las TIC en el eje cafetero, de arcillas competitivas en Cúcuta, de salud en Barranquilla, entre otros.
Así las cosas, en coherencia con el Plan Nacional de Desarrollo, que busca mayor autonomía para las regiones, ha sido acertada la estrategia de involucrar activamente a los empresarios, a la academia y las autoridades regionales en los proceso de caracterización y clasificación de sus propias apuestas productivas, elevando la productividad de las empresas o sectores que lo conforman; mejorando la capacidad de innovación y producción; expandiendo las oportunidades para la creación de nuevas empresas y mejorando los índices de empleo formal.
Sin embargo, el reto es desarrollar un sentido de colectividad, con espacios colaborativos, en los cuales se hable de estrategia y construcción compartida.
Julián Domínguez Rivera
Presidente de Confecámaras