En marzo se llevó a cabo la IV Reunión de la Comisión de Monitoreo del Comercio entre Colombia y Brasil, en la cual funcionarios de los ministerios de Industria y Comercio y representantes de los dos Gobiernos discutieron en Basilea cómo fortalecer y reforzar las relaciones comerciales bilaterales. El próximo encuentro será en octubre, lo que demuestra el firme interés en dibujar y ejecutar una hoja de ruta que beneficie a las dos naciones.
Según datos del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, en el 2013 Colombia exportó a Brasil más de 1.590 millones de dólares, lo que significó un crecimiento del 23,2 por ciento frente al 2012, esto se debe al 27,3 por ciento de variación positiva en los productos no minero-energéticos, que significaron el 61,9 por ciento del total exportado.
Como lo han indicado el Ministerio de Hacienda y el Banco de la República, Colombia pasa por un buen momento macroeconómico: se estima un crecimiento para el 2014 del 5 por ciento. En el 2013, la inversión extranjera directa fue de más de 16.000 millones de dólares y en el primer semestre del 2014 supera los 6.000 millones.
Mantener la inflación entre el 2 y el 4 por ciento, como meta fija el 3 por ciento, ejecutar lo establecido en la Regla Fiscal y promover un plan de impuestos razonable que no desmotive al empresariado colombiano son las bases para que el país cuente con los indicadores actuales. Sin embargo, desde hace varios años se habla de la desaceleración de la industria. Este fenómeno se mantiene –con una tendencia a la baja–, por la misma evolución del comercio internacional, afectado por la crisis del 2008, la caída de las relaciones comerciales con Venezuela, el predominante rol de China en la economía mundial y el contrabando, entre otros.
Por su parte, Brasil, el país más poblado del continente y la séptima economía del mundo por su PIB en el 2013, enfrenta un panorama que lo obliga a ser más competitivo frente al contexto global. La crisis del 2008, la desaceleración de las relaciones comerciales con China, la madurez de algunos de sus sectores industriales, que dadas las actuales condiciones de mercado interno no presentan mayores perspectivas de crecimiento, entre otros, obligan a Brasil a reforzar las relaciones con socios comerciales que le permitan ir por una senda de revitalización económica.
Las perspectivas para el sector de bienes de capital producidos en Brasil tienen buenas posibilidades en el mercado colombiano, en parte, por la necesidad de Colombia de mantener la tendencia hacia la baja de la desaceleración industrial. Las exportaciones de máquinas y equipos a Colombia representaron el 18,86 por ciento de las ventas externas totales brasileñas en el 2013. El flujo de comercio de máquinas y equipos entre Brasil y Colombia representó 497 millones de dólares en el 2013. Esta inclinación positiva se debe mantener en los próximos años por los objetivos estatales de mantener en crecimiento sectores como el minero y agrícola y hacer del ramo empresarial el eje de los procesos de transformación y cambio que enfrenta el país.
Las necesidades del sector industrial colombiano están en la mira de Brasil. Sin embargo, se hace necesario aumentar la oferta de líneas directas de comercialización entre los dos países, lo que ayudaría a reducir costos y aumentar el intercambio bilateral.
Klaus Curt Müller
Director ejecutivo de Mercado Externo de Abimaq y gerente del Programa Brazil Machinery Solutions