Cada vez más los inversionistas internacionales consideran a Colombia como un destino atractivo de inversión. El país se ha convertido en un mercado estratégico, no solo por ser un mercado potencial de 47 millones de habitantes con creciente poder económico, sino por la estabilidad política, los indicadores económicos favorables, el ambiente de negocios, las calificaciones en grado de inversión y la posición geográfica estratégica.
Adicionalmente, los favorables términos de protección a los inversionistas, el establecimiento de tratados de libre comercio, la creación de zonas francas, han convertido a Colombia en una plataforma de expansión para las operaciones en Latinoamérica.
Hemos visto una transformación de los inversionistas. Aquellos que llegaron al país hace algún tiempo eran tradicionalmente internacionales, de gran tamaño, interesados en sectores estratégicos como minería, petróleo, energía y consumo masivo, en donde el volumen del negocio o el mercado objetivo, medido en habitantes, era el motivador de la inversión. Sin embargo, los cambios en el panorama de negocios mundial han hecho que esta dinámica se transforme y que hoy todos los sectores y compañías, indistintamente de su tamaño, estén bajo la lupa de los inversionistas, que no esperan solamente adquirir organizaciones posicionadas con mercados maduros, sino que buscan plataformas de crecimiento con socios locales que apoyen el proceso de expansión.
De esta manera, nuevos mecanismos de ingreso de los inversionistas a la región, diferentes a la inversión directa, han sido los fondos de capital. Estos se han convertido en la solución del apalancamiento y crecimiento de muchas empresas, proyectos y, por su puesto, en un motor generador de desarrollo para el país. Durante el 2013, en Latinoamérica fueron canalizados a través de los fondos de capital 8,9 billones de dólares, en 233 proyectos y empresas, destacándose el apetito por sectores como petróleo y gas, energía, retail, logística y distribución, telecomunicaciones, tecnología, servicios financieros, manufactura y salud, entre otros. Colombia no ha sido la excepción, hoy el país cuenta con 4,6 billones de dólares de recursos canalizados a través de los fondos de capital, de los cuales, desde el 2005, han sido invertidos 2,8 billones en 194 empresas y proyectos.
Así, los fondos de capital se han convertido en un motor de desarrollo de la economía, apalancando el crecimiento de las empresas y proyectos productivos que necesita el país, generando nuevos empleos, impulsando la formalización empresarial y laboral, así como el pago de impuestos. A pesar de ser una industria nueva, se encuentra en una fase de desarrollo muy interesante. Desde el 2005 se ha venido reglamentando un sólido marco regulatorio e implementando mejores prácticas. En el 2012 se creó ColCapital (Asociación Colombiana de Fondos de Capital Privado y Emprendedor) como la representante del interés común de la industria con el fin de promover y fomentar su desarrollo.
Aún quedan frentes de trabajo con el Gobierno y con los diferentes actores de la industria, incluyendo a los inversionistas.
Sin embargo, los aspectos fundamentales están vigentes y permitirán avanzar en el cumplimiento de logros y resultados concretos; como país es imperativo mantener la estabilidad macroeconómica, el desempeño económico, la mejora en la percepción de la corrupción, acompañados de un marco tributario con incentivos fiscales.
El momento que vive Colombia, está en sintonía con los objetivos de las firmas de capital privado para incrementar su presencia.
María Isabella Muñoz M.
Directora Ejecutiva ColCapital