close
close
Mauricio Cabrera Galvis
columnista

Los bancos centrales y la inflación

La conclusión de Stiglitz es que subir las tasas tiene más costos que beneficios. Pueden bajar la inflación, pero
frenan demanda y generan recesión.

Mauricio Cabrera Galvis
POR:
Mauricio Cabrera Galvis
febrero 05 de 2023
2023-02-05 06:55 p. m.
https://www.portafolio.co/files/opinion_author_image/uploads/2016/02/19/56c7861ade3cd.png

La gran mayoría de los bancos centrales de todo el mundo están subiendo sus tasas de interés para tratar (sin mucho éxito) de controlar la inflación. Hay excepciones notables como el Japón, que ha mantenido su tasa constante y negativa desde el 2016, y la China, que la ha venido reduciendo desde la pandemia. ¿El hecho de que la mayoría lo haga significa que es una política correcta?

Los países más agresivos en esta política son los ocho que la revista The Economist llamó la región de ‘Subilandia’, pues fueron los que más han subido sus tasas y empezaron a hacerlo más temprano.

Estos son Brasil, Chile, Hungría, Nueva Zelanda, Noruega, Perú, Polonia y Corea del Sur. Hasta ahora su receta no ha funcionado.

Según la revista, “no hay evidencia de que su política haya sido recompensada con menos inflación”; más aún “los problemas de inflación en ‘Subilandia’ están empeorando, los mayores costos de endeudamiento no están quebrando la inflación pero si están quebrando la economía. El PIB está decreciendo a una tasa anualizada de -1%, después de tener un crecimiento de 5% el año anterior”.

Los tres bancos más poderosos del mundo -de Estados Unidos, de la Comunidad Europea y de Inglaterra- empezaron el año con nuevos incrementos: 0,25% el primero y 0,5% los otros dos, llevando las tasas a niveles que no se veían desde antes de la gran crisis financiera de 2008. Pero también hay dudas sobre la eficacia de esta política y crecientes críticas por su impacto negativo sobre el crecimiento y el empleo.

Por ejemplo, el premio Nobel de Economía, J, Stiglitz, afirma que la subida de tasas no es la política adecuada para luchar contra la actual inflación. La razón es que en esta ocasión la subida de precios ha sido causada por los choques de oferta generados por la pandemia y por la invasión rusa a Ucrania, y no por presiones de demanda.

En estas circunstancias, dice Stiglitz, “subir intereses puede hacer más daño que bien, pues hace más costosa las inversiones que deben hacer las empresas para solucionar los problemas de oferta que dejó la pandemia”.

Frente a quienes argumentan que la subida de las tasas es necesaria para reducir la expectativas de inflación, el premio Nobel argumenta con un curioso ejemplo: “Mi perro podría llegar a la misma conclusión cuando le ladra a los aviones que vuelan sobre nuestra casa. El podría creer que ha asustado a los aviones y que, si no ladrara tanto, aumentaría el riesgo de que esos aviones le cayeran encima”.

La conclusión de Stiglitz es que subir las tasas tiene más costos que beneficios. Sí pueden bajar la inflación, pero lo hacen frenando la demanda y generando recesión y desempleo.

Su análisis y sus argumentos son para la economía de Estados Unidos. ¿Será que aplican también para Colombia? Habrá que discutirlo en otra columna.

Mauricio Cabrera Galvis
Consultor privado

Destacados

  • OPINIÓN
  • NEGOCIOS
  • MIS FINANZAS
  • TENDENCIAS

Nuestros columnistas

día a día
Lunes
martes
Miércoles
jueves
viernes