La presentación de sendos proyectos de ley por parte de un congresista (el senador Andrés García Zuccardi) y el MinTIC para reformar la ley de telecomunicaciones, están centrados en la creación de un nuevo ente regulatorio que sea convergente e independiente. En eso coinciden, y Aciem y la CCIT, en principio, felicitan la iniciativa, un viejo anhelo de muchos. En esta columna lo venía pidiendo hace rato, pero creo que los dos proyectos se quedan cortos.
En el pasado Andicom, el ministro Luna presentó la primera Gran Encuesta TIC del consumidor, estudio de uso, acceso y retos de las TIC. Una de las tareas que le habían dejado los ‘Avengers’ TIC, grupo de personajes de las TIC que se creó para asesorar al Ministro, al que no le dio seguimiento y al que fui invitado. Pero la encuesta muestra unas verdades, a medias, que ya he dicho en otras columnas. Obviamente, el Estado se preocupa por mostrar el vaso medio lleno. Al momento de escribir esta columna, traté de ver la encuesta, pero la subieron en un software que presenta dificultades para su uso por parte de neófitos. ¿Por qué el MinTIC lo recibió así? ¿Y por qué lo ‘sube’ a su sitio web así?
Pues, ministro Luna, me dio papaya para reiterar mis críticas. Lo dije en una publicación. Hay profesionales que son analfabetos digitales. El analfabetismo digital, para los académicos, tiene una graduación. Los hay totales y los hay funcionales. E, infortunadamente, hay mucho analfabeto funcional. Yo me di a la tarea de descargar el software Tableau Reader, pero cuántos ni siquiera entenderán eso.
Mis fuentes en Andicom me indican que la presentación de la encuesta, por parte del Ministro, señala avances en la penetración, pero falencias en el uso y apropiación, y he ahí el quid del asunto. Y vuelvo al comienzo para entrelazar lo uno y lo otro. Sé que apenas comienza la discusión y hay interés de todos los actores del sector para que se dé la creación de un ente regulatorio único, convergente e independiente. Mucho más, cuando toda la industria anda con los nervios de punta por el famoso fallo de la reversión, que obliga a las dos empresas más grandes de nuestra economía digital a pagar una multa de 4,6 billones de pesos. Y ahí si me da mucha pena con el joven senador García Zuccardi, muy conectado con el sector y autor de varios proyectos de ley, muy interesantes para el desarrollo de las TIC y telecomunicaciones del país, pero su proyecto de ley para la creación del ente único regulatorio tiene un gran pecado: escoge el peor de los mundos para la selección de los comisionados y establece unas condiciones que permiten vislumbrar que tan solo unos cuántos podrán acceder a dicha posición, dándose un panorama perverso de rueda giratoria entre el sector privado y el público. La forma de selección propuesta por el Senador sería politizar más ese nuevo ente, cuando hoy hay preocupación por eso, y, manera ingenua, me responde a esa preocupación mía que es una forma de asegurar estabilidad jurídica en las decisiones para tranquilidad de las empresas ante el fantasma de la reversión y la multa.
Ese nuevo cuerpo regulatorio, único e independiente, para serlo no puede estar conformado por delegados de la Corte Suprema de Justicia, del Consejo de Estado y del Congreso, además del delegado del Presidente. Absurdo. Dicha comisión debería estar conformada por ternas enviadas por los gremios –es mi propuesta–, y tampoco puede ser una talanquera que deban contar con maestría o doctorado. La Andi, la CCIT, FedesOFT, Aciem, Acis, Andesco y la Cámara de Comercio Electrónico deben dar las ternas para escoger los siete comisionados, que podrán ser académicos o profesionales vinculados con el sector, no menos a 10 años.
Y propongo lo anterior porque ojalá lleguen a ese nuevo ente personas con una visión holística de las TIC y las telecomunicaciones. Por ejemplo, por qué no incluir en ese proyecto de ley, o en la unión de los dos o tres que ya hay en el tapete, considerar internet un servicio básico y universal. No propongo que sea un derecho fundamental –pese a mi querer– para no enredar el futuro macroeconómico del país. Y por qué no hablar de un plan nacional de banda ancha fija. En España subieron a 30 Mbps la velocidad de bajada en el 2009; nosotros la vamos a subir a 25 a partir del 2019. Le agradezco a Alberto Samuel Yohai, de la CCIT, y a Julián Cardona sus comentarios para esta columna. Y le agradezco al equipo del senador García Zuccardi el acceso a la información y las opiniones del senador.
Un nuevo ente regulatorio, ¿para qué o quién?
Por qué no hablar de un plan nacional de banda ancha fija. En España subieron a 30 Mbps la velocidad de bajada en el 2009.
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