En el reciente Congreso Nacional de Comerciantes, organizado por Fenalco, llamó la atención de los resultados del Censo Nacional de Mermas y Prevención de Pérdidas, realizado por el Centro de Investigación del Consumidor (Cico), con base en los resultados registrados durante el 2014 por los principales almacenes de cadena.
Según el informe, el robo ascendió a 189.000 millones de pesos, 15 % más con respecto al 2013. Una de las cifras más preocupantes es el hurto por parte de los empleados de estos establecimientos, el cual creció 17 %, y pasó de 80.565 millones de pesos en el 2013 a 94.263 millones de pesos en el 2014.
Los casos de robo se incrementaron en 64 %, pasaron de 64.568 a 105.618 en el 2014, es decir, 289 casos por día, 24 casos por hora, 1 caso cada tres minutos…No hay derecho.
El director comercial de Cico, Leonardo López, para dimensionar la magnitud de este problema, explica que el valor de estos robos ($189.000 millones) equivaldría a cubrir 14.009 puestos de trabajo durante un año, con todas las prestaciones sociales de ley o la construcción de 5.781 viviendas de interés social.
Según el informe, el fenómeno del robo sigue teniendo un fuerte componente de bandas delictivas organizadas (equivalen al 53 %).
Durante el 2014, los productos más hurtados fueron, en su orden: carnes frías, gaseosas, ropa en general, aparatos electrónicos, licores, enlatados, cremas de dientes, ferretería, productos de belleza y, aparecen por primera vez, los multivitamínicos.
La principal modalidad de robo es ocultar mercancías en prendas, bolsos y carteras (41 %), la sustracción de mercancías en bolsas de aluminio (10 %), camuflar los productos en bolsa plástica del almacén y los tiquetes falsos (9 %), el uso de desactivadores (6 %).
En este escabroso escenario, ¿qué inversionista nacional o internacional se anima a invertir en nuestro medio?
Respetar lo ajeno era una de las más reiterativas lecciones que nuestros padres y educadores nos daban.
El imperio del dinero fácil, entronizado por los carteles de la droga y de la corrupción, explican en buena parte este penoso caso, el cual sugiere urgentes y efectivas acciones preventivas y de reacción de las autoridades, la gerencia de las empresas; obviamente revisar los procesos de selección de personal y, desde luego, la tarea de formación desde la familia hasta las instituciones educativas.
La cátedra de ética debe recibir riguroso tratamiento de las autoridades educativas, pues hechos recientes, entre otros, así lo indican: el robo en Bogotá, Interbolsa, edificio Space, el magistrado Pretelt, cuyo abogado asesor, Abelardo de la Espriella, dice que “la ética no tiene nada que ver con el Derecho”; también los frecuentes escándalos de corrupción en alcaldías y gobernaciones minan la democracia y las instituciones. “Si los de arriba roban, los de abajo con mayor razón” es una expresión con la que algunos pretenden justificar estas censurables conductas.
“Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”, afirmaba Georg C. Lichtenberg (1742-1799).
Omar Flórez Vélez
Decano, Ciencias Económicas, Administrativas y Contables Corporación Universitaria Americana